“La Sirenita”: tibio regreso al mar [RESEÑA]

La historia trata de Ariel (Halle Bailey), una sirena obsesionada con el mundo de los humanos. Tras conocer al príncipe Eric (Jonah Hauer-King), le pedirá ayuda a la bruja del mar (Melissa McCarthy) para conseguir piernas y así llegar a vivir permanentemente en tierra firme.

Lo primero que se debe destacar es a la propia sirenita, Halle Bailey. Calló la boca de cualquier escéptico al traer bastante ternura y encanto al papel de Ariel. Aunque hay ciertas diferencias comparada con su contraparte animada, Bailey carga consigo una alta dosis de carisma. Y al cantar, quedaremos hipnotizados tal como quedó Eric al oírla.

Fuera de ello, la película no muestra mayores sorpresas. Algunos elementos añadidos para modernizar la historia son ideas creativas, pero la nueva cinta parece temer divergir mucho del guion de 1989, a pesar de que eso le habría ayudado en conseguir más personalidad a largo plazo. La expansión a la historia de amor sirve para darle mayor complejidad al personaje de Eric, y las escenas musicales son entretenidas; pero gran parte de la trama recae en copiar el diálogo de la cinta original, aunque con interpretaciones más pobres.

Sin embargo, si hablamos sobre cumplir la difícil labor de entretener y mantener cautivo al público, pues La Sirenita lo hace y con creces. Carga de la mejor manera con nuestra nostalgia. Si la película original fue parte de su infancia, se sumergirá fácilmente bajo el mar con esta nueva versión. Y si no quiere verla por el color de piel de la protagonista, el perdido es usted