Hacer deporte es una gran manera de llevar un estilo de vida saludable y ayuda a prevenir diversas enfermedades. Pero además de tener varios beneficios para el cuerpo humano, también puede generar un tipo de placer sexual que muchos desconocen. Se trata del coregasmo, un tipo de orgasmo que no se alcanza con sexo ni con la autoestimulación en los genitales.
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En el 2011, la revista académica Sexual and Relationship Therapy dio a conocer los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Indiana, quienes mostraron que hay personas que lograron llegar al clímax mientras realizaban actividad física.
De un total de 530 mujeres, 370 aseguraron haber tenido un orgasmo mientras practicaban yoga, haciendo abdominales, manejando bicicleta, corriendo, levantaban pesas o incluso caminando.
Debby Herbenick, autora de The Coregasm Workout, explicó que al menos un 10% de las personas ha experimentado este fenómeno, el cual es de menor intensidad y con mayor cosquilleo que los orgasmos de las relaciones sexuales vaginales.
Antes de pasar a conocer cuáles son los ejercicios que facilitan los coregasmos, debes sabes que su origen no está en los pensamientos sexuales, sino mas bien en la estimulación de los músculos del suelo pélvico.
“Se trata de algo únicamente corporal. Cuando las mujeres se concentran en los ejercicios que están haciendo y en la zona, es cuando son más propensas a experimentar mayor excitación. Algunas de las mujeres del caso dijeron que son incapaces de experimentarlo ya que el instructor las distrae”, reveló Herbenick.
Algunas personas han experimentado coregasmos luego de realizar 20 minutos de cardio e inmediatamente realizar entrenamientos de abdominales. En algunos casos, se ha registrado durante sesiones de spinning.
El levantamiento de piernas en 90 grados o elevar las rodillas hacia el pecho produce una contracción de los músculos del suelo pélvico, ayudando a alcanzar el clímax.
Los abdominales suspendidos en la barra, los que realizas en la colchoneta con piernas cruzadas y elevadas, o los abdominales en banca con 45 grados de inclinación también son parte de los deportes orgásmicos.
No sólo ayuda a marcar el abdomen, sino que al realizarlo con las piernas cruzadas provoca la contracción de los músculos del suelo pélvico al mismo tiempo una suave estimulación del clítoris, generando así un coregasmo.
Trepar por un poste o una cuerda, además del ‘pole dance’ son otros de los ejercicios estrellas para alcanzar el coregasmo, según explicó Debby Herbenick, codirectora del Centro para la Promoción de la Salud Sexual en la Universidad de Indiana.
Las elevaciones de pelvis ayudan a relajar el suelo pélvico provocando placer hasta llegar al clímax.
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