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‘El Hijo’: La nueva película de Hugh Jackman que explora las relaciones familiares [RESEÑA]

La película muestra que el descuido de los padres puede afectar a los hijos más de lo que imaginan.

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El Hijo (Foto:Diamond Films)
Fecha Actualización
Hugh Jackman es un actor de gran calibre. Aunque muchos puedan identificarlo como Wolverine, la verdad es que el actor tiene una filmografía completa, yendo de la acción al drama en un santiamén. Con “El Hijo”, Jackman presenta el rol de un padre afligido en el momento más complicado en la vida de un hijo: la adolescencia.
La trama trata de Peter (Jackman); un abogado que se divorció hace unos años, y recientemente ha conseguido una nueva esposa y con ella un bebé. Pero las cosas se dificultan cuando aparece en su vida Nicholas (Zen McGrath), su primer hijo de su anterior matrimonio, que ya es un adolescente. Nicholas se siente muy deprimido por la separación de su padre, y su estado de ánimo le está afectando en su vida, tanto emocionalmente como en la escuela. Peter intentará acercarse, pero no comprende del todo lo que le ocurre a su hijo.
Jackman toma un papel que, a primera vista, podría observarse como un personaje sencillo, el del padre distanciado del hijo. En otras manos, la figura podría acabar siendo algo cruel y fría, puesto que el gran dilema de la trama llega a ser la falta de conversación entre el padre y el hijo. Pero Jackman sabe infundir ese carisma natural suya para presentar un hombre que; aunque tenga sus defectos, de por sí intenta buscar lo mejor para su familia, aun sin saber el mal que atrapa a su hijo.
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La trama trata, ante todo, sobre la falta de interacción entre los padres y los hijos; y cómo la falta de canales abiertos de conversación entre ellos puede llevar al empeoramiento de casos como la depresión. En una edad tan confusa y vulnerable como lo es la adolescencia, los padres deberían estar ahí para sus hijos, más dispuestos que nunca para ayudarlos.
Conceptos como la muerte o el divorcio todavía son temas bastantes duros para mentes que no se han desarrollado aún al cien por ciento de su potencial, y en niños más vulnerables puede afectarles en mayor medida. Pero tiende a ocurrir que, frecuentemente, la vida pone mucha distancia entre ambos, ya sea por factores externos como internos. Nicholas resiente a su padre por rehacer su vida con otra familia, pero también el muchacho; al ser joven, le falta el vocabulario adecuado para expresar sus sentimientos de una manera comprensible.
La película no desea recriminar a uno o al otro; simplemente expresa que el dolor, si no llega a tratarse a su debido tiempo, puede llegar a acabar con cualquier familia. Los padres llorarán cuando ocurra lo peor, pero nunca llegaron a actuar debidamente cuando las señales ya estaban ahí.

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