Foto: César Fajardo.
Foto: César Fajardo.

Redacción PERÚ21

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Javier Velásquez,ParlamentarioAutor: Juan Hidalgo.jhidalgom@peru21.com

Muchos lo conocen como uno de los líderes del Apra, como congresista, expresidente del Parlamento y expremier. Pero pocos saben que también fue canillita, que lavó carros y que hasta fue obrero en una fábrica. En estas líneas, conozca un poco más de Javier Velásquez Quesquén quien, asegura, está orgulloso de que lo llamen 'Sipán'.

A usted, cuando declara, se le ve moderado, cauteloso. ¿De niño también fue así?Sí. Siempre he tratado de ser muy prudente para decir las cosas, aunque he sido como cualquier niño, como cualquier adolescente. Fui deportista, jugué fútbol en la liga universitaria; pero también fui dirigente político, presidente de la promoción en la universidad, es decir, mi afinidad por la vida política nació en las aulas. Siempre me gustó promover el consenso, nunca fui confrontacional.

¿Qué oficios desempeñó antes de ser abogado y político?Comencé, cuando tenía seis o siete años, vendiendo periódicos. En ese entonces ya éramos siete hermanos y mi papá era obrero. Luego, al inicio de mi adolescencia, lavé carros y, años después, trabajé como obrero en Nestlé, mediante un service. Finalmente, cuando ya estaba en la universidad, por las noches fui administrador de un hotel.

¿Fue en la universidad cuando decidió entrar en la política?No, decidí entrar en la política por dos circunstancias que me afectaron y conmovieron. La primera fue ver a mi familia llorar por la muerte de Víctor Raúl Haya de la Torre. La segunda ocurrió en 1980, cuando Armando Villanueva perdió las elecciones presidenciales, el 18 de mayo. La casa era un cementerio. Entonces, un día después, me inscribí en el Apra. Tenía 20 años. Luego, en Lambayeque, pasé por todos los cargos: llegué a ser secretario general. Ahora soy presidente de la Dirección Nacional.

¿Le molesta que le digan 'Sipán'?No, me siento orgulloso. Si alguien quiere ver eso peyorativamente está equivocado. El periodista que me lo puso, Aldo Mariátegui, no tenía ese ánimo. Me llamó por teléfono y me dijo: "Muy largo tu apellido, Velásquez Quesquén, para ponerlo en el periódico", y me identificó como 'Sipán'.

¿Tuvo alguna decepción en la vida política?Dejé el premierato tras conversar con algunos líderes del Apra para asumir la tarea, muy difícil, de ser el candidato del Apra a la presidencia. Pero me decepcionó que quienes me alentaron luego se hicieran a un lado. Por nuestros errores no tenemos una buena representación parlamentaria, pues no tuvimos un candidato presidencial.

¿Cuál es la designación política que recuerda con más orgullo?Mencionaría dos. Una, ser presidente del Congreso pues, luego de una carrera en el Parlamento como legislador provinciano, mi bancada y la mayoría del Congreso me otorgaron ese cargo, el de ser su coordinador. La otra, el haber sido convocado por el presidente Alan García para ser su premier y, en esa función, enfrentar todas las dificultades que representa ser el conciliador del Consejo de Ministros por casi 15 meses.

¿Y qué siente por el Apra?En mi vida hay dos instituciones que marcaron mi vida. Yo he sido bombero por casi 20 años, ahí aprendí lo que verdaderamente es servir al público sin pedir nada a cambio. La otra institución es el Apra, pues me dio mi formación política. Es un partido que permite que un Velásquez Quesquén, que un mochica, que un 'Sipán', sin tener padrinos, con perseverancia y trabajo, pueda tener responsabilidades importantes dentro de la organización. A veces me asalta el temor de que, algún día, por los errores que comete cualquier humano, no me sienta digno de pertenecer al Apra. Un error lo puede cometer cualquiera… y yo no soy un hombre perfecto.

¿Alguna vez su labor de bombero lo puso en peligro?Sí, tuve un accidente grave cuando era aspirante, a los 15 años. El 23 de noviembre de 1975 hubo un incendio en Talambo, una localidad cerca de Chepén, a una hora de Chiclayo. Nos sacaron del colegio para ayudar, pues ya teníamos 11 meses de entrenamiento. Lamentablemente, como las unidades de los bomberos no reciben un adecuado mantenimiento, a una de ellas se le reventó una llanta y, como iba a mucha velocidad, se dio tres vueltas de campana. Yo fui el más afectado, casi pierdo la vida. La clavícula se me partió en varios pedazos: tengo una cicatriz que lo evidencia. Mis padres quisieron que dejará el Cuerpo de Bomberos pero, a raíz de ese accidente, yo me vinculé más y seguí con ellos hasta los 36 años, cuando comencé a ser congresista. Aunque ya no soy parte de su escalafón, me sigo sintiendo parte de esa institución; ellos son unos verdaderos héroes.

¿Cuál es su meta cómo político?Dentro de mis aspiraciones, quiero llegar a conducir el Apra. A pesar de que tengo un cargo importante allí, para mí sería un honor servir al partido de Haya de la Torre, modernizarlo e insertarlo en el tejido social para que sea la fuerza social más importante del país.

AUTOFICHA

- Nací el 12 de marzo de 1960, en Ciudad Eten, Lambayeque. Soy el cuarto de 15 hermanos. Tengo cinco hijos, el menor de ellos tiene 14 años; el mayor, 26 .

- Soy abogado, estudié en la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo. Hice una maestría en Derecho Constitucional en la Universidad Católica (PUCP).

- También tengo un doctorado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. He sido presidente del Congreso y premier. Vivo en Chiclayo, pero trabajo en Lima.