notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Pero al muchacho lo captaron sus maestros en el colegio, quienes lo adoctrinaron y, luego, lo mataron utilizándolo como carne de cañón en los desmanes que provocaron.

En realidad, la indignación generada por la muerte de ese joven debería actuar de catalizador para que el Gobierno tome acción e imponga orden en Cajamarca. No puede ser que los profesores sigan utilizando de esa manera a los alumnos con fines partidarios. Es un verdadero escándalo cómo el Sutep está tirando al tacho el año escolar, perjudicando a decenas de miles de niños simplemente para apoyar la ambición política de Santos.

Incluso, nunca se ha visto a un presidente regional paralizando totalmente a su comarca y usando todos los recursos públicos que están bajo su responsabilidad exclusivamente para hacer proselitismo. Más aún, como su partido –Patria Roja– ha decidido hacer de su oposición a la minería su estandarte electoral, a los cajamarquinos los seguirá explotando durante los próximos dos años.

Por otro lado, lo que ocurrió en Celendín y en Bambamarca tiene en Wilfredo Saavedra a un indudable azuzador. El autoproclamado presidente del frente de defensa abiertamente amenazó el día domingo con violencia y destrucción. Lo que evidentemente logró. Ahora estamos frente a una situación que con facilidad se puede ir completamente de las manos si el Gobierno no actúa rápido.

¿Qué se debe hacer? Aparte de reforzar la presencia policial y militar para contener los desmanes, creemos que la actitud de Santos y de Saavedra no puede quedar impune. De ser así, se perdería todo sentido de autoridad. Un presidente regional no puede hacer lo que le da la gana. ¿Dónde están la Contraloría y la Fiscalía? ¿Qué están esperando? Mientras que Saavedra tiene que responder por las muertes y los daños que está causando.