ENTREVISTA A FELIPE ORTIZ DE ZEVALLOS, EX EMBAJADOR DEL PERU EN ESTADOS UNIDOS.
ENTREVISTA A FELIPE ORTIZ DE ZEVALLOS, EX EMBAJADOR DEL PERU EN ESTADOS UNIDOS.

¿En qué momento se perdió el sur del Perú?

Difícil decirlo: la mala descentralización, los reclamos y enfrentamientos por el canon minero, un Estado con cuatro cabezas que no cumple lo que promete. En 2021, la imagen de elevar a la Presidencia a un maestro de escuela provinciano pegó muy bien; mejor incluso de lo que el mismo partido Perú Libre esperaba. En varias regiones del sur, Pedro Castillo obtuvo más de 50% de los votos en primera vuelta. Y superó más de 80% en la segunda. Y, durante los últimos 15 meses, la mayoría de las radios regionales deben haber estado propalando que Pedro Castillo no intentó dar un golpe de Estado, sino que fue el Congreso que lo vacó, sin razón que lo justificara. Con tal razonamiento, la presidenta Dina Boluarte resulta siendo vista naturalmente como una traidora. Y las muertes no adecuadamente explicadas ante la opinión pública como consecuencia de las protestas, o en paralelo con los desmanes y toma de locales, complican bastante. Hay un trabajo político por hacer, no solo por parte del gobierno, sino del país legal y de la sociedad civil.

Desde la ‘Toma de Lima’ hasta las protestas en Cusco, ¿no hay como un llamado a la imposición de las masas?

Sí, aunque sin liderazgos suficientemente firmes hasta la fecha. Algunos progresistas afirman que la humanidad evoluciona cuando las masas se despiertan ante hechos que las conmueven, pero ellas requieren también de líderes que las sostengan en sus reclamos, ya sea con alguna racionalidad o, más frecuentemente, con demagogia populista. ¿Quién ha surgido hoy como un líder potente de oposición? No veo con claridad a ninguno. Hace un siglo, por ejemplo, el gobierno de Leguía, para ganar méritos, pretendió consagrar el Perú al corazón de Jesús. Hubo protestas y desmanes, y murieron un estudiante y un obrero en incidentes callejeros. Haya de la Torre contaba entonces con 28 años.  Su discurso en el cementerio se volvió célebre, lo inició con una frase que repitió tres veces: “El quinto, no matar”. ¿Quiénes resultaron los líderes de la fracasada ‘Toma de Lima’ o de las protestas en Cusco? Los ciudadanos no los identifican.

¿Cuál es su balance de las protestas a favor de Pedro Castillo, poco más de un año después?

Creo que si se efectuaran elecciones generales hoy, en las que Pedro Castillo pudiera hipotéticamente participar, lo que es un imposible constitucional, su votación en las regiones del Sur podría alcanzar al menos la mitad de lo que fue en 2021, por eso de que no lo ven a él como un golpista sino como un golpeado. Tal vez no le alcanzaría para pasar a segunda vuelta, pero con las justas, porque en las próximas elecciones puede haber más candidatos incluso. Respecto de hace un año, más eran los analistas políticos que creían que, debido a la crisis de entonces, las elecciones tendrían que adelantarse. Hoy, en cambio, con el cuasi inmovilismo vigente, son más los que creen que estas se realizarían finalmente en la fecha que tocan: 2026. Con el Perú de anfitrión de la reunión de APEC este año, las elecciones solo terminarían adelantándose a 2025 si surgiera una crisis imprevista aún mayor. Mientras tanto, parecería que el Ejecutivo y el Congreso, que cuentan con la menor aprobación registrada nunca, solo quieren durar. Y ya están empezando los ajetreos para ver quién va a ir con qué partido y en qué puesto en las próximas elecciones.

¿Cuál terminará siendo la imagen de nuestra primera mujer presidenta?

Hay un precedente relevante que tiene casi medio siglo: Isabel, Isabelita Perón, quien fue candidata a la vicepresidencia con su marido y debió asumir la presidencia de Argentina cuando Perón, ya anciano, muere. Fue la primera presidenta y jefe de gobierno en la región. Presidió sobre una época terrible para Argentina que muchos ya no quieren recordar: los Montoneros, el Ejército Revolucionario del Pueblo, la triple A. Todos asesinaban a mansalva. Su gobierno terminó otorgando facultades a las Fuerzas Armadas para combatir la subversión, pero estas decidieron que era necesaria una reorganización tan integral que fue derrocada. Otras épocas. Su gobierno ni dos años duró. Luego estuvo varios años presa y después emigró a España. Un dato relevante es que la Fiscalía argentina pretendió involucrarla después en lo que argumentaba constituían delitos de “lesa humanidad”. Pero la Corte Suprema española negó esta extradición porque consideraba que no se cumplía con esta calificación.

¿Cómo evolucionará la recesión, el creciente pesimismo, la fuga de talentos?

En 2024 la economía algo rebotará. El año pasado no hubo pesca y este sí. El año pasado, los gobiernos regionales y municipales recién estaban en su primer año de gestión; en 2024 van a gastar más y mejor. Hay inversiones en transporte: el puerto de Chancay, la expansión del aeropuerto, etc. Este año y el próximo, la economía puede regresar a un crecimiento de 2% a 3% que resulta insuficiente. Sobre el pesimismo, en la última encuesta de Ipsos sobre si el país progresa o retrocede, el registro fue que un 75% consideraba que retrocede, el peor indicador en varias décadas. ¿Por qué cambiaría pronto este estado de ánimo? Nadie vende futuro, que es una tarea política. Los jóvenes se van crecientemente al extranjero. Tal vez Carlos Añaños debería promover en Ayacucho una reunión de los 24 ayacuchanos más exitosos e influyentes, y pedirles que proyecten un futuro entusiasta para su región.

¿Cómo ve los posibles escenarios para 2026?

Con mucha preocupación. En 2026 no solo se realizarían elecciones generales, presidenciales y parlamentarias, sino también elecciones regionales y municipales. Los 35 partidos van a querer volverse agencias de empleos casi. Se requiere concertación, diálogo, acuerdos, orden; habrá, en cambio, confrontación, monólogos, insultos, conflictos, caos. Para que el Estado funcione bien, se requiere un equipo calificado de unos 600 buenos técnicos; los mejores entre ellos no querrán participar en ese aquelarre. Y estos técnicos son necesarios, no solo para imaginar un futuro estimulante, sino para hacerlo efectivamente posible.

¿Cómo viene afectando el crimen organizado en la región?

Casi un tercio de los asesinatos en todo el mundo tiene lugar en América Latina y muchos de ellos son ordenados por el crimen organizado cuya presencia es cada vez más evidente. Si los capos de las mafias mundiales, de la Yakuza, la Cosa Nostra, las mafias rusas, etc., tuvieran una reunión secreta anual para ver dónde invertir, seguro que analizarían los indicadores del Perú como muy atractivos: creciente desprestigio institucional, aumento de la corrupción, 35 partidos políticos, gran confusión, país difícil de gobernar…

¿Ve posible un nuevo candidato antisistema?

Sí, y esta incertidumbre afecta el desarrollo, la confianza para invertir, las ganas de emigrar. Con 35 candidatos, habría más de mil combinaciones distintas de candidatos que podrían pasar a segunda vuelta, ¡más de mil! Una casa de apuestas electorales podría convertirse en un buen negocio.

¿Cómo salir de la polarización política?

Tal vez si los mayores hablaran menos y los cuarentones y treintañeros pudieran dialogar más en un clima de respeto mutuo. Con más puentes y menos muros. El Perú, por su complejidad, requiere un liderazgo adaptativo, que pueda entender la realidad del otro, de los varios otros. Hay varias iniciativas para estimular esto. Deberían promoverse más.

Su admirado historiador Jorge Basadre hablaba del “Estado empírico y el abismo social”. ¿Seguimos en ese statu quo?

Conviene señalar que Basadre usó esa frase para señalar los lastres del Perú en el primer centenario republicano hace 100 años. Carlos Contreras, en reciente artículo, ha reseñado bien los desafíos del Perú actual. La descentralización de este siglo ha fracasado. Hay que reinventarla. El Estado peruano de 2000 era, en muchos aspectos, más funcional que el actual. El abismo social puede haber disminuido, no lo sé. La educación lamentablemente no ha mejorado y puede haberse ideologizado.

¿Cómo celebrar el bicentenario de Ayacucho, para algunos la verdadera independencia del Perú?

Habría que recordar que Sucre lideraba 6,000 hombres y La Serna 8,000. Y de estos, mil eran españoles y el resto peruanos, y algunos otros sudamericanos. Debemos reflexionar que los peruanos ya no deberíamos pelear en guerra contra otros peruanos. Hay que celebrar un hito importante en nuestra historia, pero recordando también lo que dijo Basadre, que la historia del Perú debiera ser una con futuro. Que finalmente no importa tanto lo que fuimos, sino lo que pudiéramos ser, si de veras lo quisiéramos. El Perú debe celebrar Ayacucho, además de con los desfiles conmemorativos correspondientes, con una proyección compartida y estimulante de lo que queremos ser en 2050.

¿Qué le suscita que la región mire a Nayib Bukele y a Javier Milei como referentes políticos?

Ambos han despertado interés no solo regional, sino mundial. Las mafias salvadoreñas controlaban a su sociedad a través de una violencia asesina; de otro lado, la burocratización argentina atrofia la capacidad de crecer económicamente en función de su potencial real. Ambos son radicales. Para pacificar las calles, Bukele ha metido preso al 8% de la población juvenil de El Salvador. Imaginemos que 5% sea culpable y 3% sea inocente. ¿Cómo va a avanzar a partir de donde está? El principio liberal es que resulta mejor tener a un culpable libre que a un inocente preso. Bukele trastoca eso. Y la gente está con él. Ahora bien, el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. Milei tendría que pactar con la parte más sana de la “casta” alguna manera de desenredar la maraña que traba la mayor producción. Van a ser interesantes las transiciones. Bukele tiene todo el poder y su gobierno se puede corromper. Milei no tiene los votos para su propuesta libertaria y va a tener que transar.

¿Cómo podría cambiar el orden mundial en este año de elecciones en EE. UU. y guerras en Oriente?

Ya es evidente que se ha perdido la ilusión internacional que surgió con el desplome de la Unión Soviética y el aparente predominio de un orden basado en reglas liberales y formas más democráticas de gobierno. El mundo evoluciona, a riesgo de despedazarse, a un nuevo acomodo de fuerzas que se lograría, si finalmente se logra, a través de acuerdos y guerras. En paralelo, experimentamos una revolución tecnológica exponencial que puede usarse tanto para el bien como para el mal. Con el planeta caliente que sufrimos hoy, los escenarios hacia futuro pueden ser muy diversos.

¿Entre la IA y las fake news, ha muerto la verdad o solo se ha vuelto irrelevante?

Estamos en un trance, en una etapa intermedia del proceso. Puede ser más fácil en lo inmediato usar la IA para el mal que para el bien. Se creía, por ejemplo, que el Twitter iba a mejorar la democracia, la terminó empeorando. Pero pueden estar por crearse 20 aplicaciones que efectivamente la mejoren. En democracia todo debería ser discutible, salvo el mentir adrede. Se necesita, por ello, una educación que genere pensamiento crítico y científico. Si no, vamos a elegir a charlatanes y embaucadores.

¿Está escribiendo desde su retiro alguna investigación o libro?

Aún no, todavía me la paso tratando de entender qué es lo que pasa, cuál será finalmente el efecto de los cambios tan dramáticos que venimos experimentando, el intentar adivinar si el Perú de 2050 será uno mejor al que hoy vivimos.


“(Lo que ocurre en la Fiscalía) Ratifica la politización nociva de una justicia que debiera ser más eficaz, oportuna y transparente para recuperar algo de un prestigio que está por los suelos con tantas filtraciones.”


¿Qué opina sobre el reciente culebrón de la Fiscalía de la Nación?

Ratifica la politización nociva de una justicia que debiera ser más eficaz, oportuna y transparente para recuperar algo de un prestigio que está por los suelos con tantas filtraciones. No soy un experto en el tema normativo. No he leído las 23 páginas de la declaración de Jaime Villanueva. Menos aún la acusación de la Fiscalía en el caso cocteles, que cuenta con 6,000 páginas y más de mil testigos. El juez tendrá que tomar pastillas para no dormirse. Los cerca de 70 libros de la Biblia tienen bastante menos páginas. Parece más el guion interminable de una mala telenovela política que pretende prolongarse indefinidamente que un esfuerzo serio por aplicar justicia.

¿Qué piensa de algunos de los personajes involucrados? Por ejemplo, del expresidente Martín Vizcarra.

Exmigos suyos lo acusan de entregas irregulares de dinero por obras.

¿Del caso del expresidente Alan García?

Fui embajador del Perú durante su gobierno. Prefiero no opinar sobre sus casos, que requerían una investigación imparcial. Lamenté mucho su suicidio. Fue inducido a ello por esta absurda politización de la justicia.

¿De los casos de la excandidata presidencial Keiko Fujimori?

Alguien que podría ser presidenta ahora si no habría cometido el error, trágico para el Perú, de adoptar una actitud de oposición tan intransigente en el Congreso del año 2016. Hay evidentes faltas administrativas en el pitufeo de varios millones en la campaña de 2011, pero ese financiamiento no era delito entonces, ni tiene por qué ser considerado, si no se comprueba muy específicamente, lavado de activos.

¿Cree que el Perú va camino al despeñadero?

Somos un país complejo, muy difícil de gobernar. Barroco, con demasiadas normas que solo se cumplen a veces, enmarañado en muchos trámites inútiles, con un aparato estatal que funciona mal, sin cultura democrática suficiente. Chile, esta semana, nos ha dado un ejemplo de civismo con los funerales de Sebastián Piñera. Pero no creo que seamos un país condenado, no. Sufrimos actualmente una crisis política que debemos saber superar con prudencia y energía.