A algo más de 70 kilómetros de la ciudad de Lima, sobre la costa norte, en la provincia de Huaral, se encuentra el distrito de Chancay, localidad de unos 64,000 habitantes. Ahí, con capitales privados, se viene desarrollando un puerto de proporciones colosales destinado a ser el eslabón central del comercio chino con América del Sur.

El Terminal Portuario Multipropósito Chancay es un emprendimiento privado, entre Cosco Shiping y Volcan Compañía Minera. Se trata del primer puerto privado de uso público. Es decir, el titular es dueño del terreno donde operará el puerto y paga un derecho por el uso del área acuática, diferenciándose así de puertos de propiedad pública, concesionados y operados por privados, como Paita o Salaverry.

El puerto será el único de Sudamérica con las dimensiones y calado suficiente para poder recibir a los cargueros más grandes del mundo, los Super-pospanamax, con capacidad de más de 18,000 contenedores. Por ello, se espera que la mitad de los US$580,000 millones, que mueve el comercio chino con América del Sur, pase por el Mega Puerto, y se convierta en un centro neurálgico del comercio internacional.

Asimismo, el puerto contará con grandes áreas de almacenamiento de contenedores y depósitos, que estarán conectados al terminal mediante un corredor segregado, en la forma de un túnel de 1,800 metros de longitud.

El proyecto demandará una inversión total de US$3,600 millones cuando los 15 amarraderos estén operativos, mientras que la construcción del puerto demanda 1,300 puestos de trabajo y, en su primera etapa de operación, empleará, entre trabajadores directos e indirectos, a 5,000 personas.

Hoy se espera que el puerto empiece a operar a partir del tercer trimestre de 2024 y desde ese momento una profunda transformación económica comenzará a producirse, pues, complementándose con el puerto del Callao y teniendo el proyecto del parque industrial de Ancón entre los dos puertos, esto será el comienzo de un enorme hub portuario, que pondrá a Lima y al Perú en la vanguardia del comercio internacional.

La realización de este megaproyecto es un testimonio de la capacidad emprendedora, resiliencia y determinación de quien fue su promotor, el almirante Juan Ribaudo, quien aportó los terrenos donde se construye el puerto, y de la apuesta por el futuro que, en sociedad, realizó con Volcan Compañía Minera. Ambos, en 2011 crearon Terminales Portuarios Chancay y, a la muerte de Ribaudo, Volcan adquirió el 100% de la empresa y se abocó a encontrar un socio estratégico, lo que ocurrió en 2019 con la entrada de Cosco Shiping, que se hizo del 60% de participación por US$225 millones.

Hoy, gracias a la visión y fibra emprendedora de un compatriota, lo que comenzó como un sueño se va convirtiendo en realidad para beneficio de todos los peruanos.

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Fernando Rospigliosi