En el marco del , los Voluntarios Telefónica iniciaron las donaciones para las personas con discapacidad motora que - por sus bajos recursos económicos -no pueden acceder a esta que les permite desplazarse, hacer sus actividades e integrarse a la sociedad.

“Cuando una persona con discapacidad cuenta con una silla de ruedas, su vida cambia increíblemente. Hemos visto casos de madres de familia o de abuelitos que se quedan en un rincón de la casa, porque no tienen la posibilidad de moverse. El propósito de una silla de ruedas es transformar las vidas de las personas movilizándolas y hacerlas parte de la sociedad, como también de alguna manera haciéndolos parte nuevamente de la familia.”, dijo Leyla Perea, jefa del programa “Voluntarios Telefónica”.

Además, Perea destacó que, desde hace seis años, los “Voluntarios Telefónica” han armado y entregado más de 2000 sillas de ruedas en 18 ciudades del país: Arequipa, Cusco, Cajamarca, Chiclayo, Huaraz, Huánuco, Huancayo, Huaura, Ica, Maynas, Moyobamba, Piura, Santa, San Martín, Tumbes, Tacna, Trujillo y Ucayali.

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“Son sillas de ruedas seguras, funcionales y transformarán la vida de las personas con discapacidad motora. Cuentan con llantas de bicicleta montañera, inflador incorporado, asientos acolchados y un juego de herramientas para asegurar la silla y hacerle el mantenimiento”, refirió.

Perea lideró la actividad “Arma y entrega una silla de ruedas” que se realizó este sábado 19 en el Parque El Reducto de Miraflores, donde beneficiaron a 24 personas con discapacidad física que viven en Puente Piedra, Bellavista y Chosica. En el evento participaron el alcalde de Bellavista, Daniel Malpartida, voluntarios de la Misión Cristiana Camino de Vida y voluntarios de Telefónica.

Un símbolo de autonomía

Entre los beneficiarios de la reciente actividad, se encuentra José Gutiérrez, un peruano de 62 años que padece de secuelas de poliomielitis y que está registrado en la Omaped de Chosica. Él trabajaba de vigilante, se movilizaba en muletas, hasta que por una fuerte caída durante un temblor ya no pudo movilizarse más de manera autónoma.

“Estoy de licencia en mi trabajo. Tenía dificultades múltiples al no contar con una silla de ruedas, porque uno siempre necesita el apoyo de una persona para poder desplazarse. Estoy muy agradecido por esta importante ayuda”, manifestó.

A su vez, Marcelina Sicha, natural de Apurímac, a sus 71 años ha sido víctima de múltiples caídas y fracturas, provocadas por la artrosis que padece. Para ella, tener una silla de ruedas significa, además de poder movilizarse independientemente, lograr una mejor calidad de vida en su día a día.

En lo que va del 2022, el programa de “Voluntarios Telefónica” junto a “Camino de Vida” han entregado más de 60 sillas de ruedas en Chiclayo, Lima y Tarapoto. Próximamente se realizarán entregas de sillas de ruedas a personas con discapacidad de Cusco, Piura y otras ciudades del país.

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