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Redacción PERÚ21

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Enrique Castillo,Opina.21El presidente va recuperando algunos puntos en las encuestas, producto de sus promesas en los temas de educación y salud, y de los programas sociales anunciados. Quizá por eso la primera ministra –aprovechando la ola y buscando un respaldo popular que apuntale sus diálogos políticos– ha dicho que en su presentación al Congreso pondrá énfasis en esos mismos sectores.

Lo que todos esperamos es que ella y su gabinete nos digan cómo van a cumplir con lo prometido por el jefe de Estado, y cómo van a hacer para gastar eficientemente todo lo anunciado en el poco tiempo que les queda, en medio de dos procesos electorales, y sabiendo que este gobierno no tiene los recursos humanos capaces de hacer una buena gestión. Y no lo decimos nosotros. Lo reconoció el ministro de Economía cuando dijo que estaban desmontando lo que habían hecho mal en temas de regulación y gasto, y lo acaba de señalar el presidente del BCR, quien cuestionó el exceso de regulaciones dadas por este gobierno y el actual sistema de compras del Estado.

Pero hay una cosa más que debe tener una clara explicación. Y es el tema de la política y las estrategias para luchar contra la inseguridad, y las cifras que el ministro del Interior presenta permanentemente sobre la lucha contra la delincuencia.

El ministro del Interior sube rápidamente en las encuestas –ya superó largamente al presidente y a la primera dama–, y según los especialistas –en encuestas y en seguridad– es por el estilo que tiene de mostrarse ante la ciudadanía a través de los medios. Sin embargo, las preguntas válidas son: ¿es un tema de estilo o es un tema de política integral?, ¿se está atacando la percepción o se está atacando el problema?, ¿si se va Urresti, el Ministerio del Interior y la Policía Nacional pueden luchar realmente contra la delincuencia, o necesitamos que Urresti se quede en el cargo hasta el fin de sus días?, ¿es Urresti insustituible?