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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Este retraso, que les debe parecer normal a muchos parlamentarios, está atando de manos o llevando a la precariedad a importantes instituciones del Estado.

Empecemos con el Banco Central, que tiene vacante a la mitad de su directorio, lo que los lleva a no sentirse totalmente respaldados. Un reflejo de ello es el tímido aumento de solo 2% en el tope de inversión en el exterior para las AFP. Usualmente, los incrementos eran de 5 o 10% para darles a los administradores de los fondos un horizonte amplio para desarrollar estrategias adecuadas y lograr mayor rentabilidad para sus afiliados.

Por otro lado, ya empezó la asonada antiminera sobre la que veníamos alertando. El grupo de emerretistas, liderado por Wilfredo Saavedra, está azuzando a la población del sur contra los proyectos Tía María y Pucamarca, mientras que ayer estuvieron detrás del intento de tomar las instalaciones de la empresa Candente, en Lambayeque. Para impedir que logren su objetivo de incendiar la pradera se requiere no solo que la Policía esté preparada sino también la participación de la Defensoría, para evitar que los conflictos se les escapen de las manos.

Sin embargo, por más voluntad que tenga el actual encargado de esa institución, no hay duda de que tendría mucho más peso la intervención de un Defensor nombrado por el Parlamento.

Finalmente, está el Tribunal Constitución, donde 6 de los 7 vocales que lo conforman ya concluyeron su mandato. Esta precariedad institucional es realmente peligrosa ante la relación de casos fundamentales que resolverá en el corto plazo.

El Congreso debería tomar su responsabilidad más en serio, fijándose la meta de nombrar a directores, Defensor y magistrados antes de que concluya el verano.