[OPINIÓN] Richard Arce: “Súbete a mi moto”

Después de un año de gestión de la Municipalidad Metropolitana de Lima, López Aliaga no solo está cuestionado, sino que es preso de su improvisación y nos muestra que no tiene un horizonte para atender los principales problemas que tiene Lima. Inseguridad ciudadana, tugurización vehicular, pésimo transporte público, desborde de ambulantes, desorden y caos en la ciudad son las muestras de la incapacidad funcional, más los casos de corrupción que enlodan toda su gestión y la de sus alcaldes.

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Recuerden la famosa frase de “Lima, potencia mundial” que ofrecía en parques y plazas, como eslogan de campaña; era evidente que se trataba solo de fanfarronería y demagogia, como la frase de “Limaflowers” de su predecesor. Deberíamos tener cuidado de esos ofrecimientos rimbombantes y estar curados del engaño y estafa de los políticos.

López Aliaga tiene 64% de desaprobación y ya no le cree más del 70%. Además, ya hipotecó Lima por S/1,200 millones y va a seguir emitiendo bonos hasta llegar a los cuatro mil millones de soles, tres veces el presupuesto del municipio, sobreendeudando a la municipalidad, teniendo ahora más de dos veces la deuda con la que asumió la gestión municipal y pagando intereses caros, comparativamente con los que obtendría el MEF.

López Aliaga llegó con el discurso de enfrentar a “la mafia caviar”, expresión recurrente en cada uno de sus discursos, donde los acusaba de vividores del Estado con consultorías y lo primero que ha hecho el alcalde es justamente traer a todos sus allegados al municipio y darles jugosos contratos y órdenes de servicios a discreción, para favorecerlos con consultorías que tanto denostaba.

Fíjense la cantidad de denuncias de los vecinos en los distritos donde su partido Renovación Popular -Medieval- ha ganado las alcaldías, todas por medidas abusivas para prohibir el uso de ambientes de uso público como parques y plazas, con ordenanzas medievales que prohíben hasta reuniones públicas.

Así que no se extrañen que ya se estén comprando los kits de revocatoria para estos alcaldes, que tuvieron la oportunidad de atender los grandes problemas de una gran urbe, pero nos han mostrado su incompetencia y desprecio por el vecino y la ciudad.

Lo último es la compra de 400 motos a un aproximado de quince mil dólares c/u, incluido el mantenimiento para tres años, valor que representa el doble del costo del precio de mercado y que muestra una vez más su falta de criterio e improvisación.

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