[Opinión] Richard Arce: “El precio de la imparcialidad”. (Foto: GEC)
[Opinión] Richard Arce: “El precio de la imparcialidad”. (Foto: GEC)

Una vez confirmado que el Congreso se salió con la suya, al no aprobar el adelanto de elecciones, se valida lo que tanto estuvimos denunciando: que simplemente no querían irse y que iban a hacer lo imposible para no dejar sus curules.

Fue a propósito que prepararon este escenario “legalista”, porque, al no tener los votos, las propuestas de reforma constitucional de adelanto de elecciones simplemente van al archivo y tienen el candado “perfecto” del Reglamento del Congreso, que establece taxativamente que se tiene que esperar una legislatura para volver a tocar el tema.

En palabras sencillas, si se quiere ver la posibilidad del adelanto de elecciones nuevamente en el Parlamento, hay que esperar a mediados de agosto, cuando se inicie la subsiguiente legislatura. Por eso era la desesperación de las posiciones maximalistas, su falta de voluntad para concertar y, lo peor de todo, esto fue una componenda.

No era difícil hacer la lectura de este escenario; conociendo la complicidad que tuvieron con la corrupción del gobierno de Castillo, eran evidentes sus intenciones sibilinas.

Por eso intentamos sugerir un rol más activo del Ejecutivo en este debate del adelanto de elecciones, por la iniciativa legislativa que tienen y, sobre todo, el poder que ostenta en un país presidencialista; entendiendo que la salida al embalse de la conflictividad tiene que ser política.

No se nos escuchó; evidentemente, prefirieron el camino sinuoso de no confrontar a este Congreso desprestigiado y sin legitimidad (7% de aprobación en las últimas encuestas).

En un ambiente de polarización, donde los extremos quieren imponer sus mezquindades, una posición imparcial y mesurada va a recibir el ataque de ambos flancos –que van a descalificar cualquier intento de racionalidad–, porque el caos es el escenario ideal de los que buscan enfrentarnos entre peruanos.

Entonces, tenemos que ser más firmes en nuestra posición imparcial, porque se viene la radicalización de las protestas, incentivada por ambos extremos; así no vamos a tener la paz social, se vienen momentos difíciles.