El presidente de Colombia, Gustavo Petro. (Colombia).
El presidente de Colombia, Gustavo Petro. (Colombia).

Tras conocerse el resultado del plebiscito de Chile en el que ganó la opción del rechazo a la propuesta de constitución escrita por la constituyente chilena por más del 60% de la población chilena, el novísimo presidente de Colombia, Gustavo Petro, sorprendió a propios y extraños con un tuit que lo pinta de cuerpo entero: “Revivió Pinochet”, dijo compartiendo los resultados del plebiscito que publicó CNN en español.

¿Por qué el enojo del presidente colombiano? El rechazo a la propuesta de constitución por parte de la gran mayoría de chilenos a sido realizado a través de un proceso democrático ejemplar, transparente y de masiva participación. Los chilenos, le guste a Petro o no, han rechazado una propuesta de cambio que pretendía imponer una minoría bulliciosa e ideologizada que no los representaba. Por eso el rechazo fue contundente. El presidente Petro, con ese comentario, no solo no está respetando la soberanía del pueblo chileno, sino que, además, se está burlando de este con un tema tan doloroso y controversial como fue la dictadura de Pinochet. Es, en todo caso, un comentario prepotente de alguien que, al ser elegido democráticamente, debe respetar las formas democráticas. Si el presidente Boric realmente quiere unificar a su país, debe empezar por respetar y hacer respetar lo que la mayoría de sus ciudadanos ha elegido. Esto incluye, por supuesto, pedirle al mandatario colombiano que no entrometa en la política doméstica de Chile, aunque esto sería posiblemente pedirle demasiado.

La mayoría de los ciudadanos chilenos votó por el cambio de la constitución heredada de la dictadura de Pinochet, eso es algo en lo que no se va a retroceder. Lo que se ha rechazado es la propuesta de constitución elaborada por la convención chilena que no ha escuchado qué es lo que la mayoría de los chilenos quiere para su país y que terminó por no ser una propuesta representativa. Lo que pasará ahora en adelante es que Chile caminará hacia un nuevo proyecto de constitución que estará obligado a escuchar a las mayorías. Está lejos pues, de “revivir a Pinochet” como el presidente Petro dijo livianamente (siendo él un admirador de dictadores como Castro o Chávez). Mientras tanto, hasta que se escriba un nuevo proyecto, Chile mantendrá la constitución actual. La misma que, es necesario recordar, desde 1990 ha acogido a ocho mandatarios elegidos democráticamente desde Patricio Aylwin hasta Gabriel Boric.

Al revés, los latinoamericanos tenemos mucho que aprender de Chile, un país que cuando América Latina caía en manos de revoluciones comunistas, eligió llegar al socialismo a través de la democracia. Que cuyo proyecto socialista fue interrumpido por la única dictadura militar de la historia de Chile, cuando los demás países tenemos un largo prontuario de estas. Que en 1988 a través de un plebiscito popular se rechazó la prolongación del mandato del dictador Pinochet. Que se abrió a la democracia y se convirtió en la potencia económica de América Latina, turnándose entre gobiernos de izquierda y de derecha. Que el presidente saliente tiene la costumbre de llamar al presidente entrante para felicitarlo sin importar su tinte político. Que cuando deciden cambiar la constitución vigente lo hacen dentro del marco democrático. Y que ahora rechaza democráticamente una propuesta de constitución que no representaba sus intereses. Todos deberíamos aprender de Chile.

El presidente Petro debe callarse.