[OPINIÓN] Paul Montjoy Forti: Desfile de tonterías

Gabriela Wiener publicó la semana pasada en eldiario.es de España un artículo hiperbólico titulado En el Perú hay una dictadura. La señora, que nos ilumina con sus particulares afirmaciones como “ser mujer no garantiza derechos humanos” (como si no fuera obvio) para referirse a la presidenta constitucional Dina Boluarte, sostiene que en nuestro país se ha interrumpido el orden democrático y se molesta de que España no haya tomado postura similar a México, a Argentina, a Colombia y a Bolivia, la misma que ha sido criticada por parte de la comunidad internacional.

La señora acusa a los medios de comunicación de ser voceros del supuesto régimen; medios en los cuales, hasta hace poco, colaboró: trabajó para El Comercio (al cual ahora sataniza), para La República, entre otros. No precisa Wiener que La República fue condescendiente con el gobierno de Pedro Castillo hasta que él decidió atacar a la prensa en diversas ocasiones. El gobierno de Castillo secuestraba periodistas en Palacio de Gobierno y ordenaba a su cuerpo de seguridad a empujar a los jóvenes reporteros.

Dice lo siguiente: “En este año y medio, el Congreso, derechista, fujimorista y racista, no ha cejado en su empeño hasta lograrlo (botar a Castillo)”. Es muy fácil despacharse con adjetivos como lo hace la señora Wiener sin ningún tipo de fundamento y falseando la verdad. Para Wiener, ser de derecha es algo malo per se. ¿Qué significa ser de derecha en el Perú, un país sin partidos políticos? ¿Acción Popular es de derechas? ¿Alianza para el Progreso? ¿Podemos? ¿Partido Morado? ¿O son de derechas todos aquellos que no piensan igual que la señora Wiener? No olvidemos que los “niños”, los congresistas topos Castillo, provenían de los partidos mencionados. Ellos siempre votaban distinto a Fuerza Popular que tiene 24 parlamentarios. Wiener refiere al congreso como ‘fujimorista’ aunque estos no sean la mayoría. Si la excepción es la regla, podemos decir que ella es fujimorista porque publicó en La República, bajo el mando de Mohme Seminario, quien recibió dinero por parte de Montesinos y de Fujimori.

Castillo está en la cárcel por haber intentado perpetrar un golpe de estado e implantar una dictadura. No se trata de una especulación, Castillo dio un mensaje a la nación televisado para dar sus novísimas decisiones. Luego, al no tener el apoyo de las instituciones y las FF.AA., escapó con dirección a la embajada de México. La postura de Obrador, de Petro, de Morales y de Fernández es una clara injerencia a nuestra soberanía nacional. Estos han llegado, incluso, a no reconocer a Boluarte como presidenta constitucional del Perú. Me parece paradójico que Wiener, con su dedito virreinal, pida que España tome la misma postura intervencionista, que ha sido descartada por la comunidad internacional.

Decir que en el Perú existe una dictadura es asumir que todos los poderes del estado se encuentran en manos de un mismo grupo político o de una persona. No es así. Dina Boluarte fue electa como vicepresidenta en la misma plancha partidaria (Perú Libre) que Pedro Castillo. Fue expulsada del partido por discrepancias con el marxista-leninista Vladimir Cerrón que está sentenciado por corrupción. El congreso se encuentra fragmentado y, si no hubiera sido por la estupidez de Castillo, no hubieran obtenido los votos necesarios para vacarlo.

La Defensoría ha denunciado el uso de la violencia en la represión de las protestas. Algunos gobernadores regionales mostraron su posición a favor de los pedidos de los grupos violentistas infiltrados en ellas. Por si fuera poco, Boluarte presentó un proyecto de ley para adelantar las elecciones (que corresponderían recién en el 2026) que fue aprobado por el Congreso ¿Qué clase de dictadura apuesta por irse antes tiempo y deja que la defensoría investigue libremente?

La mayoría de los peruanos estamos cansados de esta situación. Sin embargo, el grupo ideológico que quiere imponer una asamblea constituyente no ganó los suficientes escaños para poder aprobar su proyecto de referéndum en el congreso como hubiese correspondido. Al no poder hacerlo a través de la vía democrática, aprovecharon el estallido social para imponerlo a rajatabla. No menciona la señora que, en los primeros dos días, grupos violentistas, que no representan a la mayoría que protestaba, atacaron comisarías, fiscalías, juzgados, aeropuertos, fábricas de alimentos y centrales de energía en un accionar que poco tenía de espontáneo. Como corresponde en cualquier estado de derecho, las lamentables muertes deben investigarse, juzgarse y sancionarse. Se requiere de una investigación profunda y adecuada para saber si las fuerzas del orden actuaron conforme a lo previsto en la ley (no a lo que quiere un determinado grupo). Debemos rechazar toda represión violenta a ciudadanos desarmados. Pero tampoco podemos dar por válidas las afirmaciones de ciertos sectores extremistas que promueven y minimizan los actos violentos, sin previa investigación de responsabilidades.

Menciona Wiener que las calles no callarán hasta que haya un cambio de sistema y que Boluarte debería renunciar de inmediato para que el conflicto no se alargue indefinidamente. Lo cierto es que el artículo envejeció mal. A una semana de la publicación de su artículo, no solo son pocos los puntos en las carreteras que se mantienen bloqueados, sino que, además, cientos de peruanos (de provincias y de comunidades) salieron a marchar en defensa del sistema de derecho y la pacificación del país. Corresponde ahora i) investigar los sucesos ocurridos en el mes de diciembre para determinar las responsabilidades y ii) aprobar reformas constitucionales que permitan salir de la crisis política que nos ha llevado a tener un ritmo de un presidente por año. Fue la misma Wiener quien criticó la verborrea ‘fraudista’ del fujimorismo en contra de Castillo, ahora es ella la que se enfrasca en un discurso hiperbólico, manipulador y sin fundamentos.