(Foto: El Comercio)
(Foto: El Comercio)

Queridos lectores, se acerca el gran día. Por ello, últimamente vivimos envueltos de elecciones, políticos de distintos colores, promesas a montones, y todo eso en un país que tiene una macroeconomía “estable” pero con muchos peruanos con bolsillos “golpeados”.

Y en medio de esa situación tenemos que elegir a quien nos gobernará durante los próximos años. Candidatos que no nos agradan quizás, pero por alguna razón son las opciones que los peruanos hemos llegado a tener. No nos queda más que detenernos un momento, con una mano en el corazón, con el hígado bajo control y con la cabeza pensando. Preguntándonos, cuestionándonos sobre esta decisión y sin ofender a otros por su libertad de elección. Estamos en un tiempo de escuchar atentos las promesas de aquellos, pero también de escucharnos a nosotros mismos, a nuestras propias promesas. Estas van a depender...

De qué quiere cada uno para su vida personal y familiar.

De pensar no solo en el presente, sino el futuro nuestro, de nuestra familia, amigos, comunidad, país.

De dejar de lado el enojo de no haber podido lograr esa meta económica necesitada.

De sentirse parte del país, de proyectar tu vida, proyectos personales y empresariales en tu patria y ayudar a los tuyos y a terceros.

De dejar de lado cualquier envidia ante las personas que han logrado una economía importante y aprender de lo bueno para poder avanzar.

De asumir los errores propios cometidos, de reconocerlos y aceptar una nueva oportunidad para lograrlo.

De amar nuestra libertad para accionar, para darles a nuestros niños la esperanza de una vida mejor.

De dejar el egoísmo a un lado y pensar en lo que puede venir, porque en un mundo global hay que participar, en vez de aislarnos.

De querer participar para construir un mundo de paz y no de miedos y revoluciones.

Sabemos que cansa la espera a lo que sueñas, pero hoy solo queda creer que hay esperanza para la ayuda, para el desarrollo, para una mejora. La idea es remar hacia adelante, ya no hacia atrás. Evitemos desistir y patear el tablero, evitemos que alguien más, en vez de nosotros, decida nuestra vida y la de los niños, porque mañana el precio puede ser alto. ¿A quién le entregarás tu preciado futuro?

Me encuentras en @lizreyes.prosperos.


ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR

Leopoldo López: “Venezuela es un ejemplo de lo que puede suceder con el Perú”
Leopoldo López: “Venezuela es un ejemplo de lo que puede suceder con el Perú”

TAGS RELACIONADOS