[Opinión] Juan Manuel Benites: “El pacto por la Amazonía: un llamado urgente a la acción”

La Amazonía, ese vasto pulmón verde del planeta, enfrenta desafíos sin precedentes. En respuesta a esta crisis ambiental, en Belén Do Pará en Brasil, los presidentes de las naciones amazónicas están debatiendo sobre políticas comunes para proteger este territorio. Surge entonces la necesidad de revitalizar el Pacto por la Amazonía, un llamado urgente a la acción que busca salvar este ecosistema. Sin embargo, la eficacia de este pacto depende de la voluntad y compromiso de las naciones involucradas.

El Pacto por la Amazonía reconoce la importancia de esta región para el planeta y las comunidades indígenas. Propone una colaboración internacional sólida y coordinada para combatir la deforestación, promover prácticas sostenibles y preservar la biodiversidad. Sin embargo, es esencial que este pacto no quede en palabras.

El éxito del pacto dependerá de las medidas y el financiamiento. Es imperativo que las naciones desarrolladas cumplan su responsabilidad y den apoyo financiero a las naciones amazónicas. Esto permitirá implementar tecnologías de vigilancia forestal, capacitación en prácticas agrícolas sostenibles y programas de desarrollo económico que no comprometan el ecosistema.

No obstante, desde mi punto de vista, no podemos caer nuevamente en la retórica de la conservación por la conservación y pensar que las leyes solucionarán todos los problemas. Tiene que haber un entendimiento de las realidades heterogéneas que existen entre los países Amazónicos y centrar la pobreza, la informalidad e ilegalidad como factores determinantes del futuro del planeta. Por ello, los esfuerzos del mundo deben concentrarse en mejorar las condiciones de vida de las personas que habitan y dependen de la Amazonía; a través de la generación de incentivos positivos como el acceso a la tierra, al financiamiento para la producción y a condiciones favorables de mercado para los productos sostenibles que combinen agro y reforestación, logrando diversificar los ingresos de las familias entre la agricultura menos intensiva en uso de suelos y la captura de carbono.

El éxito también depende de una gobernanza efectiva. Las naciones amazónicas deben fortalecer la cooperación intergubernamental, combatir la corrupción y asegurar que los derechos de las comunidades se respeten. La deforestación, la minería ilegal y otros factores destructivos avanzan a paso acelerado.

En conclusión, el Pacto por la Amazonía es una esperanza en medio de la devastación ambiental. Es un llamado urgente a la acción que requiere compromiso, financiamiento y gobernanza para lograr un cambio. Solo a través de la colaboración internacional y la protección de los derechos de las poblaciones en la Amazonía y de las comunidades indígenas, podremos preservar este tesoro natural para las generaciones futuras. El tiempo para actuar es ahora.

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