Luis Advíncula y Paolo Guerrero siguen en pie en la Copa Libertadores.
Luis Advíncula y Paolo Guerrero siguen en pie en la Copa Libertadores.

Como una película de terror. Así sentimos cada año, cuando la Copa Libertadores y la Sudamericana se aproximan en el calendario para jugarse —sería faltar a la verdad si dijera disputarse—, sabiendo con anticipación que las víctimas serán los poco exitosos equipos locales, como ocurre desde hace 30 años.

Ni la película El Resplandor —muchas veces vista en el antiguo cine Country—, protagonizada por el buen Jack Nicholson en los años ochenta, me resulta tan espantosa como las escenas de eliminación de los equipos peruanos en las copas, donde, uno tras otro, van cayendo muertos sin mayor resistencia.

Como consuelo, quedan algunos sobrevivientes, quienes, con camisetas foráneas, vienen logrando salvarse de la guillotina: Luis Advíncula con Boca Juniors, y Paolo Guerrero con LDU, ambos, figuras destacadas en sus equipos. El primero, uno de los mejores del cuadro boquense, que no solo suma para el gol, sino que lo anota (lleva tres); es, además, el actual goleador del cuadro argentino en la Libertadores. El otro es Guerrero, que, con sus 39 años, juega, sorprende y hace goles en la Sudamericana; los convierte jugando y definiendo en penales como primer ejecutor. Guerrero le reclamaba más minutos a Gago en Racing: no se los dieron y se fue; ahora, demuestra por qué quería jugar. Ellos son los únicos peruanos que quedan en las copas de esta parte del continente.

En la Liga 1, la ‘U’, que tomó la punta y no la suelta, venció a Binacional; con el transcurrir de los partidos, la presión será otra y es allí donde deberá demostrar si da para campeón. Lo siguen Cristal, Melgar, ADT y Alianza. Los blanquiazules empataron y quedaron a siete puntos del líder, y parece ser que el Clausura se les puede escapar. Mientras, en el fondo de la tabla, comienza el drama por librarse del descenso, y Municipal ya lo sufre. Los ediles, que hace algunos años confiaron el manejo de su club a una empresa administradora, son hoy serios candidatos a la baja. Las recientes directivas —y presidentes renunciantes— tomaron, reiteradamente, malas decisiones que los llevaron al caos. Hoy Muni paga perdiendo puntos por incumplir pagos, con la suspensión de sus partidos y hasta un increíble WO autoinfligido. Sin duda, otra historia de terror.