[OPINIÓN] Gabriel Ortiz de Zevallos: “Ganas de entender a quien sufre o atizar la mechadera”.
[OPINIÓN] Gabriel Ortiz de Zevallos: “Ganas de entender a quien sufre o atizar la mechadera”.

En promedio, . Para casi . La ratio entre pensamientos sobre sexo y relaciones sexuales reales es altísimo: 111 a 1 para hombres y 60 a 1 para mujeres si usamos el promedio. Si usáramos el punto que divide a la muestra en dos mitades iguales, sería de 62 a 1 en hombres y 32 a 1 en mujeres. El estudio encuentra que pensamos mucho también en comer y dormir, pero eso sí se hace cuando menos una vez diaria.

La explicación más lógica para esa obsesión es el instinto de conservación de la especie. Otras especies aseguran el apareamiento con rituales. Si es instintivo, se remonta a nuestras eras más primitivas. Hemos venido pensando en sexo por las puras desde que somos Sapiens. Todas las culturas y religiones, todos los humanos, sean conservadores o libérrimos, castos o promiscuos, piensan en sexo muchísimo más de lo necesario desde que somos humanos.

El primer estudio sobre sexualidad humana con data estadística fue el informe Kinsley en 1948 (hombres) y 1953 (mujeres). La sexología humana apenas sopla 75 velitas, es decir está en pañales. Las investigaciones previas son más ensayos y análisis valiosos, pero sin capacidad de demostrar o rechazar hipótesis. Es una ciencia en construcción, que avanzará rápido por el avance de la neurociencia en general, y del interés y polémica que el sexo siempre genera, pero sobre sexualidad humana es poco lo que sabemos a ciencia cierta, la mayoría son creencias. Eso debería llevar a tener más apertura a cuestionar lo que creemos, y a escuchar con atención lo que otros puedan decir.

Los conflictos entre ciencia y religión son complejos y largos, como demuestra el caso de Galileo, a quien hace 30 años el papa Juan Pablo II pidió perdón por el castigo de la inquisición.  La demora fue de casi 360 años, con evidencia irrefutable y ni siquiera fue unánime: el cardenal Ratzinger, luego papa Benedicto XVI, usó una cita de Feyerabend, insinuando su desacuerdo: “La Iglesia en la época de Galileo se mantuvo mucho más cerca de la razón que el propio Galileo, y ella también tuvo en cuenta las consecuencias éticas y sociales de la enseñanza de Galileo. Su veredicto contra Galileo fue racional y justo, y la revisión de este veredicto puede ser justificado solo sobre la base de lo que es políticamente oportuno”. Y eso pasó con un tema tan poco movilizador como la astronomía, con el sexo va a ser mucho más complejo y largo.

Se cree que el sexo es binario: hombre o mujer. . Eso se afirma desde 1974. En , como referencia. Son minoría, pero no son pocos. Y hay que ponerse en sus zapatos. Aunque soy agnóstico, para un católico como el que alguna vez fui, me parece que indudablemente serían también hijos de Dios y les aplicaría el “amarás a tu prójimo como a ti mismo” que Jesús dejó como mensaje prioritario.

, y . Eso también es parte de la creación. Las personas LGTBIQ+ tienen una vida mucho más difícil que los heterosexuales. La discriminación agrega sufrimiento desde quienes no tienen (ni entienden) el conflicto que esas personas viven. Respetar, preguntar, reconocer que no tenemos sino prejuicios, por bien intencionados que sean, ayudaría a construir una mejor sociedad, con personas que al sentirse no atacadas ni intimidadas, serían más capaces de dar de sí desde lo que son. No son una amenaza, son un potencial.

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Rocio Sanchez

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