"Un 70% responsabiliza al Congreso de la crisis política y 63% al Ejecutivo (27% al Poder Judicial y 16% a la Fiscalía de la Nación)".
"Un 70% responsabiliza al Congreso de la crisis política y 63% al Ejecutivo (27% al Poder Judicial y 16% a la Fiscalía de la Nación)".

A inicios de semana tuvimos la publicación de una encuesta de Una larga sarta de datos nos azotaba a lo bestia: 83% no se consideraba representada por ninguna autoridad actual, 71% estaba en desacuerdo o total desacuerdo con la idea de que los que gobiernan les interesa lo que piensa gente como ellos, y 52% con la posibilidad de que gente como ellos puedan influenciar en acciones de gobierno. Con esos números, no es raro que 62% declare estar poco o nada interesado en la política, ni que apenas 15% se considere muy o bastante informado sobre la política, mientras que 54% dijera que está poco o nada informado en la política.

Cuando se les pide que se identifiquen dentro de un espectro de izquierda a derecha en un rango de 1 a 10, un 42% prefiere no fijar posición. El promedio ponderado es de 5.1, centro inclinado un pelín más hacia la derecha. Si bien 43% responde que la prefiere a cualquier otra forma de gobierno (en 2011 era 59%), lo grave es que a 29% le da igual y 23% piensa que, en ciertas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser preferible. Eso suma 52%, 9 puntos porcentuales más que quienes piensan que la democracia no se negocia.

Las siguientes cifras vale la pena leerlas teniendo en mente lo que han hecho el Ejecutivo y el Congreso durante esta misma semana. Un 70% responsabiliza al Congreso de la crisis política y 63% al Ejecutivo (27% al Poder Judicial y 16% a la Fiscalía de la Nación). A ese 52% que le da igual democracia que gobierno autoritario o que incluso lo prefiere en ciertas situaciones, se les preguntó en qué casos sería preferible, con opción de respuesta múltiple: 27% cuando las autoridades están haciendo un mal trabajo (check); 24% cuando hay inseguridad ciudadana (recheck); 23% cuando los servicios públicos no funcionan (recheck); 21% con crisis económica (check); 20% cuando hay corrupción (ultracheck).

Nada menos que 80% cree poco o nada probable que se solucione la crisis política, y 55% cree que ello requiere cambiar a los líderes políticos y 46% luchar contra la corrupción. Un 40% cree que la democracia funcionaría mejor sin el Congreso, lo que parece importarles un bledo a los congresistas actuales. La mitad de los peruanos prefiere la mano dura, con un 44% que tiene tolerancia alta o media alta al autoritarismo.

Lo más grave es cuánto horada este mal funcionamiento de las instituciones temas centrales como la confianza interpersonal. Este es un índice que distintos estudios han demostrado que tiene impacto en el desarrollo. Se pregunta si confía mucho o algo y se compara con los que responden que confían poco o nada. Solo cuando se pregunta por la familia se obtiene 81% versus 18%. Amigos ya es mayor la desconfianza: 47% versus 53%, y luego baja más cuando se pregunta por peruanos de su barrio, región y peruanos en general, donde apenas 35% confía mucho o algo versus 64% poco o nada.

La semana le ha mostrado a todos esos peruanos hartos y desconfiados que el gobierno está dispuesto a pretender que reacciona frente a hechos que cuando menos son contrataciones indebidas, pero no cambia nada, ni siquiera respecto a la seguridad ciudadana. Y congresistas que tienen investigaciones por cosas tan graves como recortarle el sueldo a sus trabajadores (15 años de prisión según una sentencia reciente) o ¡hasta lavado de activos!, que no tienen empacho en no abstenerse de votar en el caso de la JNJ, que define qué jueces y fiscales conformarán el sistema de justicia que los debe procesar.


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