“Los valores democráticos están en juego. Tomar por la fuerza territorios soberanos trastoca el escenario político, estratégico, humanitario y económico global”.  (Foto de Anatolii STEPANOV / AFP)
“Los valores democráticos están en juego. Tomar por la fuerza territorios soberanos trastoca el escenario político, estratégico, humanitario y económico global”. (Foto de Anatolii STEPANOV / AFP)

El ataque expansionista de Putin fue anticipado semanas antes. Viene siendo rechazado por gran parte del mundo (excepto China, “aliado” geopolítico de Putin y otros como Venezuela, Corea del Norte, etc.). Tras Crimea y Georgia, Ucrania (ex Unión Soviética) está amenazada bajo fuego. Parece difícil y “suicida” que el conflicto escale a nivel nuclear. Aún ganando militarmente, Rusia sería la gran perdedora, no solo por el costo de la guerra, con sanciones financieras y económicas, sino en imagen y opinión pública mundial. Las condenas son generalizadas y acentúan el aislamiento.

Medios, redes sociales y satélites expone la barbarie en los ataques a civiles; el éxodo ucraniano llega a varios millones. Las federaciones deportivas suspenden a Rusia, las empresas interrumpen sus operaciones, los países prohíben compra de productos rusos, el control en el flujo de capitales y el congelamiento de propiedades y cuentas bancarias de millonarios rusos, etc. complican el escenario para Putin. Este podría salir debilitado tras la aventura bélica con un costo político y económico inmenso.

Putin, forjado en la KGB, refleja nacionalismo y frustración por la disolución de la URSS. La ira por el acercamiento de exmiembros a la OTAN colocaría a Rusia en situación vulnerable; “desnazificar” y desmilitarizar Ucrania no justifica la invasión militar. Putin quisiera recrear la ex Unión Soviética o Imperio Zarista; esto nos recuerda el proyecto expansionista hitleriano en la Segunda Guerra Mundial.

Con un poderío militar superior al de otros países de mayor PBI, gran territorio, gas y petróleo, económicamente en términos de PBI, Rusia es la mitad de Francia y Reino Unido, menor a Italia, apenas supera a Brasil.

Los valores democráticos están en juego. Tomar por la fuerza territorios soberanos trastoca el escenario político, estratégico, humanitario y económico global. El mundo espera el cese de las hostilidades.

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