Alumnos continuarán clases (USI)
Alumnos continuarán clases (USI)

Estas son las fechas en que, por diversas razones, nos permitimos sentirnos generosos.

Para los religiosos, será porque se recuerda el nacimiento de Jesús, que vino a salvar al mundo. Para quienes aman las tradiciones, es ocasión de reunirse en familia. Para los soñadores, es porque existe y nos visita el “espíritu de la Navidad” de los cuentos infantiles. Para quienes estudian el comportamiento humano, será porque cuando alguien tiene un gesto amable, nos sentimos motivados a hacer algo similar.

Ya en estos días, los trabajadores de diversas empresas se habrán organizado para repartir regalos y organizar una chocolatada navideña en alguna escuela u organización. Esto es un hermoso gesto que podría convertirse, como gusta decir ahora, en algo “sostenible”. Pero esto implica dar algo que es realmente valioso: el tiempo.

Los estudiantes peruanos siguen arrastrando un pobre desempeño en matemáticas. Empecemos por aquí. Y, cuando la prueba censal lo muestra así, no es que los niños de segundo grado no puedan con las matemáticas de segundo grado; es que los niños de quinto tampoco pueden con ellas (las de segundo).

Y no podemos enseñar a multiplicar a quien aún no ha aprendido a sumar. Afortunadamente, esa brecha es fácil de cerrar. La solución para ello se llama respeto y voluntariado.

Respeto porque cada niño aprende a distinto ritmo. Y hagamos un programa de voluntariado para todo el año. Que en diciembre del año próximo les hayamos regalado a los niños esas horas que hicieron la diferencia entre temer y odiar las matemáticas y, en su lugar, entenderlas y disfrutarlas… y no sufrir en el examen final.

¡Ese es un gran regalo!