El Foro Económico Mundial publicó su Reporte Global de Competitividad 2019, en el cual ordena a 141 países de más a menos competitivos. En los 10 primeros lugares están Singapur, EE.UU., Hong Kong, Países Bajos, Suiza, Japón, Alemania, Suecia, Reino Unido y Dinamarca. El primer latinoamericano es Chile (33), luego México (48), Uruguay (54), Colombia (57) y Costa Rica (62). Perú se encuentra en la posición 65.

De 141 países, Perú ocupa el lugar 134 en crimen organizado, 108 en tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes y 131 en confianza en la Policía. Sin duda, no aparece como un lugar seguro. En independencia del Poder Judicial está en el puesto 122 y 91 en incidencia de la corrupción. Queda claro que una economía basada en el mercado no puede funcionar en esas condiciones. El mercado requiere del Estado y de instituciones que funcionen y sean creíbles.

Para complicar las cosas, ocupamos el puesto 121 en protección de derechos de propiedad, 124 en protección de propiedad intelectual y 118 en visión de largo plazo del gobierno. ¿Quién invertiría en esas condiciones? Más aun, en el ítem de número de días para iniciar un negocio estamos en el puesto 111. Todo pese a que en los dos indicadores macroeconómicos (inflación y deuda) ocupamos el primer lugar, compartido con otros países.

La estabilidad macroeconómica es una condición necesaria pero no suficiente para lograr un crecimiento inclusivo. Los problemas del Perú están en el marco institucional. Una economía no funciona en un vacío. Sin reformas seguiremos sin ver luz al final del túnel. Por eso cuando el gobierno anuncia una buena tasa de crecimiento u otros indicadores, el ciudadano no percibe que esos números se reflejen en su propio bienestar.

TAGS RELACIONADOS