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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

En el 2013, Piero Ghezzi y José Gallardo escribieron ¿Qué se puede hacer con el Perú?, un libro de propuestas de política económica para sostener el crecimiento. La publicación fue interpretada como una presentación pública de dos economistas "ministeriables", especialmente del primero, quien buscaba reinsertarse en el medio local luego de años en el exterior. De hecho, poco tiempo después, ambos coautores se unieron a la tecnocracia de este gobierno y hoy portan fajín.

Algunas versiones indican que la denominada 'ley Pulpín' se originó en Produce, precisamente dirigido por Ghezzi. Otras señalan que fue en el equipo del MEF, bajo el mando de Alonso Segura, donde se preparó dicha reforma laboral. Cualquiera fuera el caso, y muy a pesar de su relevancia, el Ministerio de Trabajo fue 'bypasseado' porque se confió en el tino de los tecnócratas del Ejecutivo que hoy suman una derrota política más ante la opinión pública. ¿Por qué le cuesta tanto a nuestros jóvenes valores de la gestión pública concretar sus 'policies'? ¿Es acaso un problema de comunicación, como dicen, o de una malvada oposición al gobierno? ¿Qué podemos hacer con Ghezzi, con Segura, con Gallardo y con el resto de la tecnocracia 'Pulpín'?

Segura ha señalado que le sorprende la irresponsabilidad de los políticos por caer en la demagogia. A mí me sorprende la inocencia del ministro. ¿Acaso esperaban que la oposición política haga la chamba que tenía que hacer el Ejecutivo? Supongamos que, efectivamente, la reforma propuesta es beneficiosa (aunque no encuentro evidencia empírica que sustente que la flexibilización disminuye la informalidad), ¿basta con 'marketear' volantes para evitar la 'manipulación' a los jóvenes y superar el aislamiento político? Mañana continúo.