Se dio el zarpazo a la ONPE, con el voto en contra del excongresista Marco Falconí, en la Junta Nacional de Justicia. Por eso estaban desesperados en sacar de su función a Inés Tello y Aldo Vásquez, porque tenían en la mira a la ONPE y sabían que la única manera de abordarla como piratas era retirando a los dos magistrados, y con ello lograron evitar que se ratifique el trabajo responsable realizado por Piero Corvetto.

La estratagema que tejió este Tribunal Constitucional a la medida del eje del mal tuvo sus resultados cuando colocó a Falconí de manera irregular. Si no, recordemos que le correspondía al accesitario ante la renuncia de uno de los miembros de la JNJ, pero en ese instante intervino el TC y no le importó que Falconí tuvo un puntaje espurio, gracias a que logró que le adicionaran un puntaje por haber servido a la patria, cuando nunca estuvo en un cuartel, sino que estudió en un colegio militar.

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La votación en la JNJ es más que reveladora, porque justamente se requería la ratificación con cinco votos y obtuvo cuatro con el voto en contra de Falconí. Todo a pedir de boca del eje del mal, que por eso buscó copar el TC, la Defensoría del Pueblo y hasta la Fiscalía de la Nación, con la controversial Patricia Benavides, que se encargaba de proteger a los congresistas delincuentes a cambio de sus votos, como han delatado los colaboradores eficaces, que por entonces fueron sus asesores y gente de su absoluta confianza.

Se entenderá que esto ha sido un tinglado bien diseñado y es una muestra evidente que el eje del mal está buscando copar las instituciones electorales y judiciales. Están desbocados y no creen en nadie y ahora que han ido por la ONPE, la siguiente víctima será el Reniec y evidentemente el JNE con la acusación constitucional que está en marcha. Así que estamos avisados, las mafias de la política están convencidas de que la única manera de mantenerse en el poder y lograr impunidad pasa por copar instituciones claves del Estado, tanto en el sistema electoral como el sistema de justicia.

Pero no queda allí la angurria por el poder, en el Congreso ya tienen el dictamen para modificar la Constitución y desaparecer la JNJ, porque les habría dolido en el alma que esta actúe con apego a ley y suspenda a su fiscal preferida, mejor dicha a la fiscal que los iba a salvar de la cárcel.

No se saldrán con la suya, de eso podemos estar seguros, porque la indignación ciudadana tiene que manifestarse.


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