PUNTO DE APOYO. Terminamos festejando. Ahora hay que ganarle a Venezuela, este lunes. (Leonardo Fernández/USI)
PUNTO DE APOYO. Terminamos festejando. Ahora hay que ganarle a Venezuela, este lunes. (Leonardo Fernández/USI)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

SAN JUAN .- Equilibrio. Como cuando tienes que estirar los brazos para no irte a un lado. Como cuando sopesas ataque y defensa. Perú debe encontrarlo si realmente quiere ir al Mundial de Turquía. Pero, mientras tanto, celebramos. Porque en medio de la tempestad, cuando parecía que la buena victoria parcial se transformaba en vergonzosa derrota, con los fantasmas y los errores de tantas otras jornadas, el equipo se rehizo y con garra no solo acabó empatando sino generando, en ese cabezazo de Iván Bulos que el golero rival sacó con las uñas, la última ocasión del partido.

Anoche, Ahmed prefirió un equipo que pisara el acelerador, con dos volantes de marca, tres creativos (enorme Jean Deza) y ese tipo de delantero que tanto le duele a los 'charrúas', uno encarador como Yordy Reyna. El problema estuvo al fondo, donde Barrios era ese central alto pero nervioso que sabes que te puede fallar.

Sin embargo, Perú hizo los méritos para irse arriba al descanso. Puso la primera piedra con un delicioso pase de Deza para la pierna izquierda de Yordy Reyna (19') y volvió a mojar a los 44' con un zurdazo lejano de Edwin Gomez. Cuatro minutos antes, Nicolás López, el de la Roma, había empatado de zurda tras buena pared.

LO MISMO DE SIEMPREMientras Uruguay mandó a la cancha a un tercer delantero, Perú quiso seguir con lo mismo. Y amenazamos arriba hasta que llegó el 2-2, tras una pelota que Deza perdió en tres cuartos de cancha y nos tomó mal parados para el gol de Betancourt. No nos habíamos repuesto del cachetazo y otra vez. Falla el lateral Gómez, deja centrar y Diego Rolán se anticipa a Barrios para el 3-2.

Ingresó Benavente, pero en vez de salir Flores se fue Deza. No fue buena decisión, pero la suerte estuvo de lado del DT. Porque el volante del Madrid se demoró media hora en entrar en juego y la bicolor, dormida, regaló errores. Pero sucedió lo increíble. Después de una pelota que el golero Campos salvó dos veces en la línea, Silva le cometió penal a Benavente y este definió a los 86' para pintarnos una sonrisa.