No uno, sino muchos cambios.
No uno, sino muchos cambios.

El runrún de la renuncia de Alex Contreras al Ministerio de Economía ha vuelto a poner sobre el tapete lo que hace meses es un clamor de la opinión pública.

Desde diversos sectores sociales y políticos se le viene pidiendo en todos los idiomas a la presidenta de la República que reestructure su gabinete, pues el actual luce desgastado, ha demostrado orfandad de ideas y al parecer se limita a seguir el mismo plan del gobierno: intentar sobrevivir, a como dé lugar, hasta 2026.

MIRE: Martín Vizcarra: PJ dicta 12 meses de impedimento de salida del país contra expresidente

Pero justamente, como bien repiten los analistas, lo mejor que podría hacer Boluarte para asegurar su supervivencia es comenzar a tomar las decisiones medulares, drásticas, que el país y la coyuntura demandan.

Una de ellas cae por su propio peso: refrescar el gabinete, con un nuevo premier que le dé otra dinámica al Ejecutivo, en plan proactivo y propositivo en lugar de andar a la defensiva, por las denuncias que acumula, y de manera reactiva todo el tiempo. Otárola ya cumplió su ciclo, lo mismo que no pocos miembros de su corte ministerial. Contreras no es el único que debería vaciar su escritorio y marcharse con la música a otra parte.

Se necesita al frente del gabinete a alguien que gerencie y ejecute, que tienda puentes y, por encima de cualquier otra materia, busque a los sectores productivos para movilizar la inversión privada. Liderazgo y credibilidad, para ponerlo en dos palabras. Un profesional con experiencia y manejo político capaz de concertar con el Congreso, mejorando las pésimas leyes que actualmente ahí se promulgan, sin caer en interpelaciones o generando conflictos entre poderes que afecten la gobernabilidad.

El país necesita recuperar la confianza en las instituciones del Estado. Y el gobierno solo puede lograrlo obrando de manera transparente y práctica, evitando cualquier sombra de inmoralidad sobre su mandato, tomando decisiones técnicas donde estas se necesiten y decisiones políticas firmes cuando la coyuntura así lo exija.

La renuncia presentada –y luego desmentida– por el ministro de Economía debería ser la oportunidad para cambiar el curso de un gobierno que se debate entre la mediocridad y la parálisis. Veamos a qué apuesta la jefa de Estado. Continuar en piloto automático, o un cambio que logre hacer rugir nuevamente los motores del progreso social y el desarrollo económico en el Perú.

Perú21 ePaper, y pruébalo gratis.


VIDEO RECOMENDADO

Luis Miguel Castilla sobre Alex Contreras en el MEF

TAGS RELACIONADOS