"Los negocios con terroristas no pueden ser negocios como de costumbre", señaló fiscal a cargo del caso, Lisa Monaco.
"Los negocios con terroristas no pueden ser negocios como de costumbre", señaló fiscal a cargo del caso, Lisa Monaco.

Una multa histórica. La empresa francesa se declaró culpable ante la justicia de por apoyar al autodenominado grupo ‘’, así como a otro grupo terrorista. La multa ascendió a los US$777,8 millones por pagos que hizo para mantener una fábrica en Siria tras el estallido de la guerra en 2011.

Lafarge indicó que “lamenta profundamente” los hechos y “acepta la responsabilidad de los ejecutivos individuales involucrados”.

La empresa abrió su planta en la ciudad siria de Jalabiya, cerca a la frontera con Turquía el pasado 2010, por la cual hizo una inversión de US$680 millones, según señala BBC News.

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Según la justicia estadounidense, la filial siria de Lafarge pagó al Estado Islámico y a un grupo terrorista conocido como Frente Al Nusra, una suma de dinero que asciende a US$5,92 millones para la defensa del personal de la planta, a medida que el conflicto civil en el país iba recrudeciendo.


Según la fiscal adjunta, Lisa Monaco, las acciones de la compañía francesa “reflejan el crimen corporativo que alcanzó un nuevo mínimo y un lugar muy oscuro”. (Foto de Olympia DE MAISMONT / AFP)
Según la fiscal adjunta, Lisa Monaco, las acciones de la compañía francesa “reflejan el crimen corporativo que alcanzó un nuevo mínimo y un lugar muy oscuro”. (Foto de Olympia DE MAISMONT / AFP)

Estos pagos fueron arreglados como “impuestos”, según indicaron los propios ejecutivos. Lafarge terminó por evacuar la planta en el 2014, cuando el Estado Islámico tomó el control de la ciudad, así como de la cementera.

Sin embargo, antes de su partida, los acuerdos fueron de ayuda para generar ventas por hasta US$70,3 millones, según la tesis fiscal. Lafarge había admitido previamente que se pagaron sobornos después de una investigación interna.

Según la fiscal adjunta, Lisa Monaco, las acciones de la compañía francesa “reflejan el crimen corporativo que alcanzó un nuevo mínimo y un lugar muy oscuro”.

“Los negocios con terroristas no pueden ser negocios como de costumbre”, indicó Monaco. La empresa fue comprada por la suiza Holcim en 2015, y aseguraron que estas conductas no los involucraban pues “nunca operaron en Siria”.

Asimismo, indicaron que los exejecutivos de Lafarge involucrados en el soborno se lo habían ocultado a Holcim, así como a los auditores externos.

Lafarge también enfrenta cargos de complicidad en crímenes contra la humanidad en Francia por sus actividades en Siria, pero la compañía niega las acusaciones.

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