España, paralizada parcialmente por una huelga general

España quedó paralizada parcialmente hoy por una huelga general convocada por los grandes sindicatos en protesta por una durísima reforma del mercado laboral impuesta por el nuevo gobierno español de Mariano Rajoy.

Como es usual, los sindicatos convocantes, UGT y CCOO, proclamaron el éxito de la huelga, mientras que las autoridades insistieron en minimizar el impacto de la jornada de protesta.

Según los promotores de la medida, la huelga se acató en un 77%, con especial participación de los sectores industria, construcción, automotor y transporte.

Por su parte, el Gobierno, aseguró que el seguimiento fue escaso y "claramente inferior" al que tuvo la anterior huelga general, organizada en septiembre de 2010 contra la reforma laboral del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

La directora de Política Interior, Cristina Díaz, solo admitió un seguimiento relativamente importante en la industria automotriz y en el sector ferroviario, pero no en la administración pública ni en la banca.

En Madrid, Barcelona y otras grandes ciudades españolas permaneció abierta la mayoría de los comercios y restaurantes.

El sector empresarial calificó la huelga de "eminentemente política" y denunció que la protesta sindical "daña los intereses económicos de España y su imagen internacional".

La jornada de protesta se desarrolló en un ambiente de normalidad, sin grandes incidentes violentos. Según datos del Ministerio del Interior, la Policía realizo 58 detenciones, mientras que nueve personas, entre ellas seis agentes, resultaron heridas en enfrentamientos entre policías y manifestantes.

Los peores disturbios se desarrollaron en Barcelona, donde la Policía arremetió enérgicamente contra manifestantes que habían quemado contenedores y neumáticos. Tanto en Barcelona como en Madrid fueron destrozadas las vitrinas de algunos comercios y sucursales bancarios.

El secretario general del sindicato CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y su colega de la UGT, Cándido Méndez, llamaron una vez más al Gobierno a abrir una negociación sobre el contenido de la reforma laboral, el principal proyecto de ajuste impulsado por el Ejecutivo español para recuperar la confianza de los mercados internacionales.

Sin embargo, la ministra del Trabajo, Fátima Báñez, reiteró que el gobierno de Rajoy no va a permitir ningún cambio fundamental al proyecto de reforma y solo acepta discutir las enmiendas que se presenten durante la tramitación de la ley en el Parlamento.

La huelga general se llevó a cabo el mismo día en que el jefe del gobierno español, Rajoy, cumplió los primeros 100 días de su mandato.