Mientas el dictador Pedro Castillo y su familia abandonaban esta tarde el Palacio de Gobierno tras el golpe de Estado, en las calles de Gamarra se generaban desorden: entre saqueos y cierre de tiendas, los visitantes del emporio comercial tuvieron que ponerse a buen recaudo.
Compradores y vendedores que se encuentran en diferentes puntos de Gamarra, demandan la presencia de efectivos policiales que controlen el caos en la zona.