Tú contribuyes: ¿Canon en beneficio del pueblo?

Como parte de la evaluación de la gestión pública, al cierre de cada año, los reflectores apuntan a la ejecución de los recursos que el Estado recibe de los contribuyentes (presupuesto estatal), sobre todo los que se destinan a proyectos de inversión pública, que son claves para el cierre de brechas socioeconómicas y de infraestructura. mi

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En 2021, los gobiernos locales (municipios) no ejecutaron la mitad de los recursos que recibieron por canon minero (S/1,487 millones). Reiteradas veces se ha señalado que la eficiencia del gasto es una de las principales condicionantes para que la inversión pública se traduzca en obras que tengan impacto directo en la gente, pero hay múltiples problemas que no lo permiten.

Un análisis de la Asociación de Contribuyentes a la cartera de proyectos de inversión pública de Áncash financiados con recursos del canon minero arrojó algunas de esas deficiencias. El primero, una ejecución presupuestal deficiente. Esa región, que recibe la mayor parte de recursos por concepto de canon, tiene el más bajo nivel de ejecución: solo 31%; es decir, deja de utilizar S/445 millones en obras de inversión pública.

El otro problema es la atomización de proyectos, que responde a la falta de coordinación gubernamental.

En 2021, los gobiernos locales de Áncash usaron S/574 millones de los recursos obtenidos por canon para financiar 2,684 proyectos. El 95% de estos tienen un monto de inversión de menos de S/1 millón, por lo que se consideran obras menores.

“Tener una gran proporción de proyectos pequeños puede configurar un problema pues se incurre en múltiples costos fijos, operativos y de gestión que podrían ser evitados al ser agrupados en un solo gran plan de inversión, aprovechando los rendimientos a escala y las complementariedades entre proyectos”, explica Lucero Martínez, economista de la Asociación de Contribuyentes.

Lo que sucede en Áncash se repite en la mayoría de regiones con canon minero y es una muestra más de lo mal que gasta el Estado.

Criterios de priorización e impacto

Además de la atomización de proyectos, otro aspecto preocupante es la priorización. De acuerdo a los criterios actuales, se priorizan las inversiones alineadas a los objetivos del planeamiento estratégico sectorial. Sin embargo, no se tiene en cuenta el contexto ni el sentido de urgencia. Por ejemplo, al observar la inversión de obras en la región Áncash se tiene que, en plena pandemia, los gobiernos locales invirtieron S/88 millones en 375 proyectos de cultura, deporte y planeamiento, como minicomplejos deportivos, losas, parques, veredas, mientras que la inversión en la mejora y ampliación de los servicios de salud se invirtieron apenas S/12 millones en solo 78 proyectos. Es decir, lo que se invirtió en pequeñas obras recreacionales es siete veces más que lo que se gastó en servicios de salud, con una crisis sanitaria encima. Un despropósito que no resiste ningún análisis costo-beneficio.

Obras sin seguimiento de resultados

Actualmente, cada sector prioriza las inversiones nacionales, regionales y locales de acuerdo al planeamiento estratégico establecido en el Decreto Legislativo N°1432 independiente del organismo, pliego o programa al que esté adscrito. Por ello, se siguen acumulando proyectos en programas presupuestales que no tienen un seguimiento de sus avances. Este criterio no permite tener en cuenta eventos como la pandemia, en los que se requiere priorizar proyectos de saneamiento, salud y educación. Se sigue en piloto automático sin pensar en las necesidades urgentes de la gente.

DATO:

-La ejecución del canon en zonas mineras no llegó el 50% en 2021.

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