La decisión de mantener el equipo económico en el gobierno fue clave. (USI)
La decisión de mantener el equipo económico en el gobierno fue clave. (USI)

Redacción PERÚ21

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subió la calificación de bonos de largo plazo en moneda extranjera y local del Perú a Baa2 desde Baa3, y la perspectiva se mantiene positiva, con lo que la calificadora le sigue los pasos a Standard & Poor's y Fitch Ratings, que ya habían otorgado la "BBB" a nuestro país.

La mejora en la nota refleja factores como la reducción de las vulnerabilidades asociadas a eventos de riesgo político, un continuo y robusto crecimiento económico y un sólido desempeño fiscal, mejoras de los indicadores de deuda del Gobierno, así como una disminución de la exposición del país a la deuda en moneda extranjera.

La agencia señala que, si bien el presidente intentó aumentar el enfoque de su gestión en la inclusión social, desde que asumió el cargo demostró su compromiso de mantener políticas fiscales y macroeconómicas prudentes y de respaldar el continuo desarrollo de la industria minera, despejando el temor de que sus políticas condujeran a un deterioro fiscal y que decidiera dar un enfoque más intervencionista a la economía.

El compromiso de Humala con este modelo –anota Moody's– quedó evidenciado por factores como la composición de su equipo económico, que ha mantenido a través de dos importantes cambios en el gabinete durante su primer año de mandato.

La agencia también destaca el presupuesto del Gobierno para el actual año fiscal, que permitirá un superávit equivalente al 1% del PBI.

Asimismo, se refiere al plan macroeconómico multianual recientemente actualizado por el MEF, que requiere un superávit fiscal promedio de 1,3% del PIB durante los próximos tres años.

Por último, subraya la reforma impositiva minera del 2011, que fue concordada entre el Gobierno y representantes de la industria, lo que ayudará a incrementar los ingresos del Estado.

Otro factor relevante fue que el indicador de deuda/PBI bajó a 21,2% en 2011, impulsado por un crecimiento de 6,9% y un superávit fiscal de 1,8% del PBI. Estos porcentajes representan mejoras significativas con relación a diciembre de 2009, cuando se subió por última vez la calificación de nuestro país. En ese momento, la deuda equivalía al 26% del PBI y Perú estaba cerró un año con un crecimiento inferior al 1% y un déficit fiscal de 1,5% del PBI.

En los dos años siguientes, la deuda en moneda extranjera bajó de 60% de la deuda total a 53%, y el indicador de dolarización para las empresas bancarias cayó a 50% de 56%.

Asimismo, la confianza de los inversionistas se recuperó tras caer después de las elecciones presidenciales y el país siguió creciendo a una sólida tasa anualizada del 6% durante el primer semestre de este año, a pesar del deterioro del entorno económico global.