El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, anunció hoy, durante una entrevista televisada, la creación de la controvertida tasa sobre las transacciones financieras de 0.1%, que se aplicará desde agosto próximo en su país.
"Desde hace tres años las finanzas se han comportado de una manera loca, desregulada. Es normal que las transacciones participen en el reembolso de los déficit", indicó el mandatario galo.
Además, dijo que se subirá en 1.6 puntos (del 19.6% al 21.2%) el tipo máximo del IVA a partir de octubre. Este incremento —según indicó— no se verá reflejado en una subida de los precios "porque la competencia los mantendrá".
El objetivo de la reforma es restablecer la competitividad de la economía de esa nación y detener la hemorragia de empleos industriales. "Desde hace 10 años, Francia perdió 500 mil empleos industriales", contó el gobernante, tras precisar que por un salario de 4 mil euros, las cargas patronales se elevan a 840 euros en Alemania y al "doble en Francia".
Asimismo, señaló que se iniciará negociaciones sobre un "contrato de competitividad", que supone el fin efectivo de la semana laboral de 35 horas.
Los nuevos ajustes se anuncian un día antes de la cumbre extraordinaria en Bruselas dedicada al crecimiento y la lucha contra el desempleo, en la que los líderes europeos prevén impulsar medidas para el fomento del trabajo juvenil y apoyo a las pymes.
Con esta intervención, según los medios galos, Sarkozy buscaba ofrecer la imagen de un presidente "valiente", sin miedo a decretar medidas polémicas al final de su quinquenio y a menos de tres meses de la primera vuelta de las presidenciales el 22 de abril, para las que todavía no se ha proclamado candidato.