En el año 2014, un 12 de junio inauguraba con victoria el segundo disputado en su territorio superando al seleccionado de Croacia en el Arena de Sao Paulo. El objetivo era lograr el título y borrar así el nefasto , en que perdieron ante una modesta selección uruguaya la posibilidad de ser campeones en su tierra. Sin embargo esto no ocurrió y no solo eso: la caída fue más traumática.

La selección brasileña llegó hasta semifinales y pese a que llegó a estas instancias, muchos tenían ciertas dudas respecto al funcionamiento del equipo, dirigido por Felipe Scolari en aquellos tiempos. La historia puso a Brasil ante una Alemania que también había presentado ciertos momentos de flaqueza, sin embargo, su juego era mucho más compacto que en años anteriores con jugadores de gran calidad y totalmente asentados.

Ni el más pesimista de los brasileños, ni el más optimista de los alemanes habrían pensado siquiera en el resultado que se vendría en aquella tarde en el estadio Mineirao de Belo Horizonte en aquel 8 de julio de 2014. Alemania firmaría una de las peores goleadas que Brasil recibió en su historia, rompiendo muchas marcas históricas.

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Los hinchas cariocas tuvieron que ver, muchos entre lágrimas, cómo su selección caía ante los teutones por un duro 1-7. Alemania fue una aplanadora y no tuvo compasión, al menos en el primer tiempo, pues para el descanso los europeos ya ganaban por 0-5 con goles de Thomas Muller, Toni Kross en dos oportunidades, el histórico Miroslav Klose y Sami Khedira.

Andre Schurrle entró al campo y en el tiempo de complemento anotó un par más para que el resultado sea de escándalo. Oscar hizo el gol del honor en complicidad con Jerome Boateng, quien no pudo detener al brasileño y anotó el solitario tanto a la portería protegida por Manuel Neuer.

Las imágenes captaban dos momentos totalmente contrarios, la alegría teutona por acceder a la gran final y por haber hecho historia, y por otro lado, el llanto de hinchas y jugadores tras el ‘papelón’ en Belo Horizonte, partido bautizado por muchos como el Mineirazo, comparado con el Maracanazo de 1950, sin embargo, esto para muchos era peor.

Récords que se rompieron en el 1-7

En este partido con esta cantidad bestial de goles, en una semifinal de Copa del Mundo, rompió muchas marcas futbolísticas de este evento. El principal fue uno que a muchos hinchas brasileños les habrá dolido en el alma: Miroslav Klose, el tanque alemán, anotó en el minuto 23 del primer tiempo el gol que lo convirtió en goleador histórico de los mundiales, por delante del brasileño Ronaldo, el fenómeno.

Con 16 goles, Klose superó la marca del legendario delantero brasileño en su propia tierra. Curiosamente, Ronaldo alcanzó su gol número 15 en tierras alemanas en el Mundial de 2006, ante la selección de Ghana. Las cosas que tiene el fútbol.

Asimismo, Alemania convirtió cuatro goles en apenas seis minutos, algo inédito en la historia de los mundiales. Asimismo, Toni Kross, el volante teutón, marcó el doblete más rápido de la historia de este evento, marcando dos goles en apenas 69 segundos.

También fue el peor resultado que sufrió Brasil en la historia de los mundiales, superando el 0-3 en contra ante Francia en 1998, siendo también el marcador en semifinales más abultado en este evento, así como la peor derrota como local de los cariocas.

También se registró la segunda mayor goleada de Alemania en su historia en los mundiales. La mayor fue el 8-0 contra Arabia Saudita en Corea del Sur y Japón-2002.

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