El chocolate, una bebida milenaria. (Getty)
El chocolate, una bebida milenaria. (Getty)

La Navidad huele a caliente. ¿Quién no ha coronado un gran banquete con una taza de chocolate caliente? Esta bebida, que en la costa la bebemos aunque el calor apremie, tiene su fundamento en nuestras tierras.

Su aroma inunda los hogares en los que desde antaño se prepara en los fogones a punta de cariño, en una gran olla donde se mezcla continuamente –para que quede sin grumos–, y donde se unen leche, canela, clavo de olor y un toque de vainilla a su ingrediente principal: el cacao. Si bien se creía que era originario de Mesoamérica, una investigación del arqueólogo Quirino Olivera y su equipo demuestra que la evidencia más antigua del cacao domesticado data de hace 5,500 a 5,350 años, por restos hallados en la localidad de Montegrande, en Jaén, Cajamarca.

Pero fue gracias a la domesticación del cacao en la cultura azteca (México) que se obtuvo la bebida conocida como chocolate. La preparación constaba de moler los granos y combinarlos con agua y algunas especias. Como nos explica Rosario Olivas, investigadora gastronómica, hicieron de este uno de sus principales alimentos y le dieron tal valor que los granos de cacao llegaron a ser usados como monedas.

RUMBO A EUROPA

El gestor de la gran travesía que hizo el chocolate de México a España fue Hernán Cortés. Visitó la corte del gobernante Moctezuma en Tenochtitlan, capital del imperio mexica, donde halló que la bebida era una recompensa para los soldados que regresaban exitosos de una batalla, utilizada en rituales y consumida durante fiestas importantes.

Los conquistadores españoles y los jesuitas reconocieron que el chocolate era energético. Un inventor anónimo propuso agregarle leche y azúcar, convirtiéndolo en una bebida distinta, explican expertos como Claudio Meneses, tradicionalista peruano.

En España se empezó a popularizar como un producto exótico y la nobleza lo ofrecía como parte del agasajo, un ritual que ofrecían a sus visitas.

Luego pasó a ser parte de los banquetes de las distintas esferas de la sociedad, incluyendo a las congregaciones religiosas. En parte, fueron los monjes los encargados de difundir su consumo en los monasterios.

Habían pasado unos 40 años del descubrimiento de América en 1492, cuando los conquistadores llegaron al Perú. “Para ese entonces ya había una o dos generaciones de españoles acostumbrados a consumir chocolate y lo trajeron”, relata Olivas.

EN EL PERÚ ANTIGUO

Esta bebida continuó en nuestras tierras su proceso de adaptación. Así lo demuestra el historiador Antonio de León Pinelo en el tratado Questión moral si el chocolate quebranta el ayuno eclesiástico, publicado en 1636. Ahí indica que la versión limeña llevaba almendras molidas. Esta publicación nos acerca aún más al origen de la tradición del chocolate. Según el tratado, fue aceptado como uno de los alimentos durante los ayunos, entre ellos el de la Natividad, que gran parte de la población cumplía. Precisamente, para Olivas, al tener azúcar, otorgaba las calorías necesarias para sostenerse durante la jornada. “Era (y es) una bebida reconfortante, por lo que se disfrutaba en varios momentos del día”, añade la experta.

de importancia eclesial. Portada de la publicación de Antonio de León Pinelo. (Difusión)
de importancia eclesial. Portada de la publicación de Antonio de León Pinelo. (Difusión)

El chocolate caliente es parte de la trilogía navideña en una mesa, al lado del pavo y el panetón. Una costumbre que se mantiene, pese a sus detractores. Sigue siendo esa bebida cuyo calor nos abraza en torno a la mesa. Sigue conservando ese especial y dulce sabor que nos une en un gesto de satisfacción y fraternidad. Es parte de nuestra historia familiar y será parte de nuestra tradición.

Mancerina. Pedro Álvarez de Toledo (1484-1553), virrey del Perú, inventó esta pieza en cuyo centro se colocaba la taza con chocolate. (Difusión)
Mancerina. Pedro Álvarez de Toledo (1484-1553), virrey del Perú, inventó esta pieza en cuyo centro se colocaba la taza con chocolate. (Difusión)
(Perú21)
(Perú21)

Datos

- El nombre científico de cacao es Theobroma cacao. En griego, ‘theobroma’ significa ‘alimento de los dioses’.

- Si bien no existe un origen comprobado de la palabra ‘chocolate’, se cree que proviene de los vocablos náhuatl ‘xoco’ (amargo) y ‘atle’ (agua).