En septiembre de 2022, la relación entre el periodista Gustavo Gorriti y eEn esa fecha, el ahora delator estrella de tirios y troyanos tenía entre sus planes que el director de IDL-Reporteros —al que conocía por lo menos desde 2016— apoye la gestión de la entonces fiscal de la Nación, Patricia Benavides.

Villanueva ya había hecho lo mismo en los mandatos de Pablo Sánchez y Pedro Chávarry, cuando estuvieron a la cabeza del Ministerio Público. Confiando en que su amistad con Gorriti podría serle beneficiosa a su jefa, el filósofo convocó al periodista en cuestión.

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LA DESASTROSA CITA BENAVIDES - GORRITI

Gorriti acudió a la cita con su colega de IDL-Reporteros Romina Mella en las instalaciones de la Fiscalía. La reunión empezó en el piso nueve y estuvieron presentes Benavides, Vela y Villanueva.

A finales de julio de 2022, Patricia Benavides —quien tenía solo semanas en el cargo— venía siendo criticada porque retiró a la fiscal Bersabeth Revilla de una investigación por cobro de coimas que le seguía a su hermana, la jueza Enma Benavides.

“Jaime (Villanueva) estaba tratando de buscar adhesiones para que no critiquen a Patricia”, señaló una fuente del Ministerio Público que participó del cónclave.

La reunión iba bien, pero terminó mal porque la periodista que acompañó a Gorriti fue bastante inquisitiva con Benavides. “Terminaron peleándose, pero no por Gustavo, sino por Romina”, dice una fuente a Perú21.

Jaime Villanueva le había prometido a la entonces fiscal de la Nación que Gorriti la apoyaría. “Los has traído para que me critiquen”, le reclamó Benavides al ahora delator. El plan salió mal, y con ello se rompió una relación fluida y de larga data entre el asesor y el periodista.

EL FILÓSOFO VOCERO

El también conocido como el ‘filósofo’, por la profesión que registra, era no solo los ojos y oídos de la fiscal, sino también la boca de Benavides. No en vano, en los chats con el también conocido ‘agente Roberto’ —congresista que entregó sus conversaciones al Equipo Especial Contra la Corrupción en el Poder y que con ello puso fin a la credibilidad de Benavides—, Villanueva dice: “Soy el único autorizado en su nombre”.

Esa relación no se forjó recién en 2022. Benavides y Villanueva cabalgaron juntos desde la época que Pablo Sánchez (2015-2018) mandaba en la Fiscalía. El filósofo fue secretario general de la Fiscalía de enero a agosto de 2015. Ese mismo año ingresó al gabinete de asesores de confianza de la Fiscalía de la Nación.

No se mantuvo mucho tiempo, puesto que el 20 de septiembre de 2015, se convirtió en gerente central de la Escuela del Ministerio Público, cargo que ostentó hasta junio de 2018 después de discrepancias con Sánchez. Pero esos tres años le bastaron para conocer los pormenores alrededor de casos emblemáticos que fueron apareciendo en el debate nacional: desde Lava Jato hasta los CNM Audios.

En paralelo, Patricia Benavides ocupó su plaza en la Fiscalía Adjunta Suprema Titular desde junio de 2011 hasta junio de 2022. Su relación con Villanueva era auspiciosa.

EL FACTOR ODEBRECHT

En mayo de 2017, el fiscal de Lavado de Activos Germán Juárez viajó a Brasil para interrogar por primera vez al mandamás de la constructora Odebrecht, Marcelo Odebrecht.

Fue la primera aproximación que un magistrado peruano tuvo acerca del pago de coimas a políticos de nuestro país. Juárez ya investigaba los dineros que recibió la campaña de Ollanta Humala tanto de Venezuela como de Brasil. A su vez, tenía a su cargo del caso cocteles de Fuerza Popular, pues indagaba cómo fue que el fujimorismo pudo recaudar más de 4 millones de soles en eventos en que se departían vinos y espumantes.

“Ya había dado su declaración Marcelo Odebrecht en mayo de 2017, había contado que le dio plata a Keiko Fujimori, pero aún no se tenía la evidencia para corroborar lo dicho. La nota ‘Aumentar Keiko para 500 e eu fazer visita’ iba a llegar en cualquier momento al Perú”, señala una fuente del Equipo Lava Jato a este diario.

La coordinación de la Fiscalía de Lavado de Activos estaba a cargo de Rafael Vela. Había reemplazado a Delia Espinoza -en marzo de 2015- después de que esta última tuviera un desacuerdo con Pablo Sánchez.

En junio de 2017, IDL-Reporteros publicó la frase y la referencia a Keiko Fujimori.

“Recuerdo que yo le pregunté a Miguel Girao: ¿tú conoces a algún fiscal que sea lo suficientemente valiente y loco para investigar a Keiko”, dice Villanueva en su testimonio.

El exasesor de Patricia Benavides se atribuye haber colocado a José Domingo Pérez en la Fiscalía de Lavado de Activos para investigar a la lideresa de Fuerza Popular.

José Domingo Pérez rechaza tal afirmación y asegura que llegó a ese despacho -en septiembre de 2017- a pedido de Rafael Vela.

LAVA JATO Y UN “PERIODISTA GURÚ”

En diciembre de 2016, Pablo Sánchez creó un equipo especial para investigar delitos de corrupción vinculados a las constructoras brasileñas.

Según Jaime Villanueva, quien impulsó su conformación fue el periodista Gustavo Gorriti. De acuerdo a la versión del ‘filósofo’, el director de IDL-Reporteros se reunió con Sánchez y también con Hamilton Castro, el fiscal que por aquel entonces tenía los casos relacionados a Odebrecht.

El mismo Hamilton Castro en el libro Juicios paralelos y procesos penales contó —entre las páginas 411 y 460— de la reunión que tuvo con un conocido periodista. “Un periodista ‘gurú’ de casos emblemáticos acude a la Fiscalía y le explica al fiscal su punto de vista sobre la necesidad de establecer ‘alianzas’ entre medios de investigación y el Ministerio Público (...). Enseguida sugiere que el medio de comunicación al que él representa conozca con antelación los viajes que, por entonces, se tornaban ineludibles”, afirma el fiscal en el libro.

Villanueva relata que a Castro no le gustó el ego del comunicador en cuestión y le advirtió a Pablo Sánchez que su presencia en la Fiscalía no era muy bienvenida.

“Chávarry ya estaba electo fiscal de la Nación y tuvimos una reunión en la cafetería La Mora de Miraflores. Nos reunimos con Patricia Benavides, Pedro Chávarry, Gustavo Gorriti y yo, donde Gustavo se comprometió a apoyar a Chávarry a cambio de que forme el equipo especial con la coordinación de Rafael (Vela) y con José Domingo (Pérez) como miembro”, alega Villanueva en su versión.

En junio de 2018, Pedro Chávarry tomó el mando del Ministerio Público. Castro fue removido del primer Equipo Lava Jato y en agosto de 2018 el fiscal superior de Lavado de Activos Rafael Vela tomó las riendas. Se creó el Equipo Especial Lava Jato tal y como lo conocemos ahora.

Otra vez Villanueva había logrado, según su versión, que Gorriti se acerque a un fiscal de la Nación para coordinar y estrechar relaciones de ‘trabajo’.

“Incluso Gorriti salió en un programa defendiendo a Chávarry y me acuerdo mucho que Chávarry dijo: ‘San Gustavo, si tuviera otro hijo, le pondría Gustavo’”, indica Villanueva.

CONTACTO MOYANO

La noche del último viernes, el periodista Beto Ortiz le preguntó a la congresista de Fuerza Popular, Martha Moyano, si ella pidió la cabeza de los fiscales Vela y Pérez del Equipo Lava Jato a Patricia Benavides.

“Moyano me dijo que los de Fuerza Popular estaban muy interesados en que Rafael Vela y José Domingo salgan de ese equipo”, sostiene Villanueva en su declaración.

En la víspera, Keiko Fujimori, ante los medios de comunicación, intentó poner paños fríos a esa situación. “Jamás hubo un pedido ni directo ni indirecto ni de intermediarios. Yo le he preguntado a la señora Moyano si ella ha hecho una declaración o pedido de esa naturaleza, y su respuesta fue contundente: ‘No tendría por qué hacerlo”, dijo la lideresa de Fuerza Popular.

Pero la noche del viernes, Ortiz puso a Moyano contra las cuerdas y a la congresista del fujimorismo no le quedó otra que cambiar la versión que le dio a su lideresa. “¿Le pidió a Benavides que saque a Vela y a Pérez?”, preguntó Ortiz. “No, yo no le he pedido a la señora Benavides”, respondió Moyano. “O le mandó el mensaje con Villanueva”, insistió el periodista. “Seguramente le mandé el mensaje con Villanueva”, replicó la congresista. “¿Sí o no?”, repreguntó Ortiz. “Sí, sí le mandé el mensaje con Villanueva”, confesó Moyano.

Este diario intentó otra vez que Gustavo Gorriti responda algunas interrogantes; sin embargo, ayer no hubo respuesta. La tarde del viernes, el director de IDL-Reporteros le dijo a Perú21 que estaba preparando una respuesta ante la “masiva desinformación”.

Quien sí sentó posición a favor de Gorriti fue el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys). Esta asociación —que dice representar al periodismo peruano aunque en el comunicado asume un tono judicial, que no le compete, antes que periodístico— indica: “Del contenido conocido de las declaraciones ante una Fiscalía Suprema del testigo Jaime Villanueva, no encontramos indicios delictivos imputables al medio ni al periodista”.

Esta historia tiene para rato. El ‘filósofo’ seguramente aún tiene mucho más que filosofar sobre su paso por el Ministerio Público.


Miembro de la JNJ era topo de Benavides

La Junta Nacional de Justicia (JNJ) sigue en modo autoblindaje. Si bien ha iniciado investigaciones a fiscales por el caso Patricia Benavides, no ha actuado de la misma forma cuando el escándalo ha salpicado a sus miembros.

En diciembre último, el exasesor de la exfiscal de la Nación Jaime Villanueva reveló, ante el Equipo Especial contra la Corrupción del Poder, que el exministro aprista Hernán Garrido Lecca y el abogado José Luis Hauyón intervinieron ante la JNJ para que Benavides sea elegida como fiscal suprema.

Aunque no precisó la manera en que ambos habrían influido en ese concurso público, el colaborador eficaz dejó entrever que los dos operadores tenían llegada a alguno de los siete integrantes del pleno.

Sin embargo, lejos de mostrar preocupación, la JNJ emitió un comunicado en que rechaza esa posibilidad, alegando que sus concursos para la selección de jueces y fiscales son “transparentes y sin interferencias”.

La entidad se quedó de brazos cruzados. Ni siquiera adoptó alguna acción luego de que Garrido Lecca admitiera públicamente que conoce a los miembros María Zavala y Guillermo Thornberry. Sobre este último sostuvo incluso que mantienen un vínculo de varios años porque trabajaron juntos “cuando éramos jóvenes”.

EL TOPO

El pasado 30 de enero, Villanueva se presentó ante el despacho de la fiscal suprema Delia Espinoza, pero ahora como testigo, y dio el nombre del informante de Benavides en la JNJ: Guillermo Thornberry.

El exasesor contó que, durante el concurso para ser fiscal suprema, en 2022, su exjefa se comunicaba con Garrido Lecca para que este, a su vez, le consultara a Thornberry cómo iba el proceso de selección en el que ella participaba.

La fiscal se refería a su amigo exministro como “el Africano”, ya que manejaba negocios en África.

“Patricia Benavides siempre nos comentaba, desde que estaba postulando, que ella tenía un amigo, al que llamaba ‘el Africano’, y nos decía que él era el que tenía todos los contactos y el que mejor podía ayudarla en diferentes temas; cuando ella estaba postulando, este “Africano” era el que se comunicaba, por ejemplo, con Thornberry y, a través de él, efectivamente, Patricia tenía información de lo que pasaba en el concurso”, relató el filósofo.

Y una vez que esta fue elegida como titular del Ministerio Público, la comunicación continuó a tal punto que, según Villanueva, Thornberry informaba si el Pleno decidía abrirle algún proceso disciplinario.

“Cuando (Benavides) fue fiscal de la Nación, Thornberry era el que le informaba, a través de Garrido Lecca, cómo iban sus procesos, qué es lo que se iba a hacer, si la JNJ iba a abrir o no investigación, y ella mencionaba que participaba en las conversaciones que tenía Garrido Lecca con Thornberry; ponía altavoz (desde el celular) y hablaba —coordinaba con Thornberry incluso—”, declaró el exhombre de confianza de Benavides.

Antes de suspenderla, en diciembre último, la JNJ inició tres indagaciones contra la fiscal suprema, una de ellas por remover a la fiscal que investigaba a su hermana jueza, Enma Benavides.

La institución acaba de abrirles procesos por separado a los fiscales Pablo Sánchez, Rafael Vela y José Domingo Pérez a causa de las declaraciones de Jaime Villanueva, pero no ha hecho lo mismo con Thornberry. Al menos no lo ha comunicado.

Perú21 pidió a la JNJ que informara si adoptará alguna medida contra su representante; no obstante, no hubo respuesta.

Este diario llamó a Guillermo Thornberry para consultarle sobre las sindicaciones hechas por el colaborador, aunque no contestó y colgó el teléfono. Tampoco respondió las preguntas que se le enviaron por WhatsApp.


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