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Vóley peruano en capilla tras millonarias deudas
La Federación Peruana de Voleibol (FPF) tiene las cuentas embargadas y no hay recursos para atender las necesidades urgentes a nivel de clubes y deportistas. Además, esta crisis podría llegar a costar hasta la desafiliación internacional de toda competencia.
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Pese a ser el segundo deporte que más se practica en el país, el vóley peruano atraviesa una de sus etapas más críticas. Está sumergida en una crisis económica, con las cuentas embargadas, sin recursos y con una millonaria deuda que podría costarle la desafiliación internacional. Consciente de esta situación, el presidente de la Federación Peruana de Voleibol (FPV), Gino Vegas, decidió desvelar el real panorama del deporte de la net alta, aquel que alguna vez brilló en los Juegos Olímpicos de Seúl 88 y que hoy pide apoyo para resurgir.
“La afición ya no puede vivir engañada y creo que alguien tenía que decirles cuál era la gravedad del problema”, menciona Vegas, quien asumió la gestión de la FPV en enero. Para ser más exactos, el problema económico de la FPV se divide en dos partes. Una asciende a los 10 millones de soles, que se acumularon tras la deuda de 2 millones 800 mil de gestiones anteriores y de 77 millones 500 mil soles, producto del juicio que entabló un arquitecto por el pago incompleto de unas obras que hizo para el mundial juvenil de 1989. Este proceso judicial se inició en 1991 y recién en 2019 se efectuó la sentencia que ordenaba el embargo de 750 mil soles de las cuentas de la federación.
El otro déficit es de 180 mil dólares que la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) ordenó pagar al entrenador brasileño Luizomar de Moura debido a que la FPV rescindió su contrato antes del tiempo pactado, en 2018. “Nos dicen que debemos pagar esa última deuda, a más tardar, el 1 de setiembre. De no hacerlo, podríamos recibir sanciones y, de acuerdo a las normativas de la FIVB, esto conlleva a la suspensión de la participación peruana en eventos internacionales y a una multa. Y si pasado ese tiempo no se acredita el pago de la deuda, puede terminar en una desafiliación”, sostiene el dirigente deportivo.
EL PLAN RESCATE
Sin el dinero para pagar los pasivos y con las cuentas embargadas, la federación ha optado por dilatar el proceso acudiendo a una segunda instancia del Tribunal de Justicia de la FIVB para pedir la revisión del expediente, mientras pone en marcha acciones para salvar al vóley. Como primer paso, el presidente Vegas ha sostenido reuniones con representantes políticos a fin de que se puedan analizar medidas legislativas que generen beneficios tributarios a las empresas que inviertan en este deporte. Otra de las propuestas es desarrollar actividades (capacitaciones, academias y otros) que generen ingresos y, finalmente, se planea hacer una cruzada nacional de recaudación de fondos.
Por lo pronto, la autoridad del vóley nacional ha solicitado al Instituto Peruano de Deportes (IPD) realizar una auditoría a su propio organismo para tener un diagnóstico de la situación financiera y transparentar cuentas que permitan establecer responsabilidades de las deudas adquiridas por la entidad. “Realmente nos han dejado con los brazos amarrados, como si nos hubieran puesto una camisa de fuerza, y con los bolsillos vacíos. Ahorita no contamos con nada para realizar nuestras actividades”, lamenta Vegas.
CAMPEONATOS Y PRESUPUESTOS
Pese a la compleja situación, los compromisos internacionales de la selección y la Liga Nacional de Voleibol, tanto masculina como femenina, no quedarán paralizados y se cumplirá con el calendario previsto. Vegas aseguró que están a la espera de que el IPD desembolse la segunda parte de un millón 800 mil soles del presupuesto destinado para este año.
Por otro lado, cuestionó que el Gobierno haya reducido la subvención económica para la entidad cuando los gastos de gestión aumentaron a raíz a la pandemia. Recalcó que, para que el vóley pueda crecer y desarrollarse, necesita un presupuesto de casi 12 millones de soles que cubran las demandas de la institución y de los deportistas, quienes exigen realizar giras internacionales y practicar en centros especializados, donde se concentran las grandes selecciones y clubes del mundo.
Actualmente, el vóley femenino se ubica por debajo de Brasil, Argentina y Colombia, países que invierten hasta 40 millones de dólares. Con la problemática que atraviesa la FPV, la expectativa del sexteto nacional es mantener el cuarto puesto en el torneo Sudamericano, mientras que en el masculino todo es incierto, pues la disciplina está en pleno desarrollo.
“Hasta que no se resuelva este problema, no podremos desarrollar los proyectos que teníamos planeado. Ahora estamos trabajando en cómo apagar los incendios que se están presentando y que no estaban planificados porque nunca nadie nos informó”, sostuvo Vegas.
SABÍAS QUE...
La última vez que la selección de mayores de vóley femenino participó en unos Juegos Olímpicos fue hace más de 20 años, en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.Sin haber disputado ningún partido amistoso ni oficial, desde enero de 2020, la selección masculina de vóley iniciará este miércoles su participación en el Sudamericano.Este febrero último, la FPV cumplió 79 años de vida institucional, opacados por las deudas económicas.
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