La incontinencia urinaria es un mal que afecta a muchas mujeres. Según Enrique Flint, ginecólogo de la Clínica San Felipe, esta condición genera molestias que afectan seriamente la calidad de vida. Por ejemplo, hay que usar toallas higiénicas o pañales de manera constante. Asimismo, existe un impacto a nivel emocional, ya que afecta la autoestima y hasta puede provocar cuadros depresivos. Sin embargo, una forma de solucionar este problema consiste en el implante de mallas vaginales. "La malla se coloca por debajo de la uretra para darle un piso firme y permitir un control efectivo de la continencia de orina. Se hace por vía vaginal, sin cicatriz en el abdomen. La paciente se recupera en forma rápida y los resultados a largo plazo son muy buenos", apunta Flint.