TRAGEDIA. La sangre corría al lado del cuerpo del infortunado mientras su mujer lloraba sin consuelo. (David Vexelman)
TRAGEDIA. La sangre corría al lado del cuerpo del infortunado mientras su mujer lloraba sin consuelo. (David Vexelman)

Redacción PERÚ21

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Cuatro hermanos llegaron hace dos semanas a Lima procedentes de San Lorenzo, capital de la provincia loretana de Datem del Marañón, con la idea de botar de la casa de sus padres a su hermana y al esposo de esta. Pero ambos se opusieron y el desenlace fue brutalmente fatal.

La noche del último miércoles, el docente Ciro Ramos Julón (39), cegado por la cólera, asesinó de tres balazos a su cuñado Santos Reyes Saucedo Durán, quien ayer iba a cumplir 25 años de vida.

El homicida hizo cinco disparos, de los cuales dos impactaron en la cabeza de su víctima y, el tercero, en su espalda. El infortunado hombre se desempeñaba como mecánico y planchador de autos.

Saucedo Durán fue acribillado al frente de la vivienda ubicada en el pasaje Pisagua, manzana B, lote 26, en la urbanización Javier Velasco Astete, en el Callao.

En esa casa –de cuatro pisos y de propiedad de sus suegros– residía con su esposa, Luciana Verónica Ramos Julón (21), hermana del criminal.

"No es justo, señor. Mataron a mi esposo. Este jueves (ayer) íbamos a celebrar su cumpleaños. Teníamos tres años de matrimonio", expresó la acongojada mujer.

NO RECIBIÓ AYUDALuciana Ramos detalló que, en la mañana del mismo miércoles, sus hermanos Ciro, Nedio, Adán y Jesús agredieron físicamente a su cónyuge e, incluso, lo amenazaron de muerte.

"Querían que nos fuéramos de la casa, pero le pertenece a mis padres. Es más, mi cuñada Elsa Violeta Ramos Díaz (esposa de Ciro) me pegó, y fue ella quien le dio el arma a mi hermano para que matara a mi esposo", expresó.

Antes del homicidio, la pareja acudió a la comisaría de Carmen de la Legua para denunciar las agresiones, pero –según la agraviada– no le prestaron ayuda. "Les dije que tenían un arma, pero no me hicieron caso. Tampoco les importó que nos pegaran y que amenazaran con asesinar a mi marido", indicó.

Luego fueron a la Gobernación del Callao para solicitar garantías personales.

CRIMINAL CONFESOEl criminal se entregó voluntariamente a la Policía y admitió que había sido el autor del delito. Los agentes del orden le incautaron un revólver calibre 38, marca Taurus. En su defensa, manifestó que estaba arrepentido de su acto.

"Todo fue en un momento de cólera. Además, él le había pegado a mi mamá", argumentó. Ciro Ramos fue llevado a la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) del primer puerto para seguir con las investigaciones.

OPERACIÓN POLICIALDe otro lado, el mismo miércoles, 300 policías llevaron a cabo una operación –junto con el Ministerio Público– en diversos puntos del Callao.

En la acción se intervino a mil 278 personas, 25 de las cuales eran requeridas por la justicia. Además, se incautó 132 envoltorios de pasta básica de cocaína y se recuperó un vehículo robado y un arma de fuego.

Al respecto, el coronel Sabino Ulloa Chirinos informó que la operación se desarrolló en dos frentes. Un grupo de policías ingresó a San Judas Tadeo, La Perla, Bellavista y Ciudad del Pescador, mientras que otro entró a Callao Cercado, Ramón Castilla y Dulanto.

DATOS

- Luciana Ramos Julón sufrió un shock nervioso al ver el cadáver de su esposo y la sangre derramada en la pista.

- Tuvo que ser asistida por un equipo de paramédicos que llegó a la escena del crimen.

- Los moradores de la zona dijeron que Santos Saucedo era un vecino tranquilo. En un primer momento se le confundió con un vendedor de emoliente.

- Los padres del homicida residen en Cajamarca y dejaron la vivienda del Callao hace varios años.