UNIDAD ROTA. El traslado de Antauro Humala a la Base Naval profundizó las diferencias familiares. (David Vexelman)
UNIDAD ROTA. El traslado de Antauro Humala a la Base Naval profundizó las diferencias familiares. (David Vexelman)

Redacción PERÚ21

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Dicen que la familia no se elige… y nada más cierto. El peso de la familia lo sufrió el expresidente Alejandro Toledo –aunque en ese caso más por temas de corrupción y otras pillerías– y ahora lo experimenta en carne propia el presidente Ollanta Humala.

Sin embargo, en esta ocasión, salvo la temprana incursión con olor a corrupción de Alexis Humala, la cruz del mandatario es básicamente por una oposición política de su familia, que se agudizó a raíz del traslado de Antauro Humala a la Base Naval del Callao.

Así, el primer año de gobierno hemos sido testigos de cómo la familia del jefe de Estado, en determinados momentos, prácticamente desplazó a los políticos de oposición.

Desde el día en que se colocó la banda presidencial, los cuestionamientos al primer dignatario se escucharon con fuerza. Mientras sus hermanos manifestaban su descontento con el protagonismo de su cuñada, Nadine Heredia, sus padres le exigían que liberara a su hermano Antauro.

Cuando el Gobierno dispuso el traslado del díscolo líder del 'Andahuaylazo' –sentenciado por el asesinato de cuatro policías– a la Base Naval del Callao, doña Elena Tasso soltó quizás la más dura frase de la familia contra el presidente: "Traidor". Su padre, Isaac, no se quedó atrás y, en lugar de amonestar a su condenado hijo por llamar al mandatario "guachimán de Palacio", arremetió contra este y calificó su gestión como abusiva y arbitraria. De paso, apuntó al corazón del gobierno de su hijo al sostener que no era lo que esperaba y pronosticó su fracaso.

Desde París, Ima Súmac se sumó al cargamontón contra su hermano presidente por permitir la actividad minera en Cajamarca y por darle luz verde al proyecto Conga.

Aunque el presidente diga que son "temas de familia", sobre los cuales se rehúsa a comentar, lo cierto es que no la va a tener nada fácil en el resto del Gobierno. Más aún cuando Ulises Humala ya trazó el derrotero: "El Gobierno no tiene una oposición política. Los únicos que tienen una posición crítica es la familia Humala", se jactó.