CAOS TOTAL. Presos tomaron el penal de Challapalca y mantienen como rehenes a siete trabajadores del INPE. (Manuel Vilca/USI)
CAOS TOTAL. Presos tomaron el penal de Challapalca y mantienen como rehenes a siete trabajadores del INPE. (Manuel Vilca/USI)

Redacción PERÚ21

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Un nuevo motín en el penal de máxima seguridad de Challapalca, en Tacna, ha puesto en evidencia la inseguridad de los penales del país y la deficiente política carcelaria. La noche del martes, un grupo de delincuentes de alta peligrosidad se amotinó y, tras robar las armas de sus custodios, tomó de rehenes a 15 trabajadores, a quienes amenazó con matar si no se mejoraban sus condiciones de encierro.

Los violentos hechos se iniciaron luego de que uno de los internos del pabellón 1 fingiera estar enfermo. Cuando los trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) se acercaron a atenderlo, sus cómplices los sorprendieron y los redujeron sin problemas.

Entonces, los custodios fueron obligados a abrir los tres pabellones del penal y se apoderaron del armamento del personal del INPE: dos metralletas de largo alcance, dos pistolas y cuatro escopetas retrocarga.

Ya con las armas, los 150 amotinados controlaron totalmente la prisión y, tras tomar de rehén al propio director del penal, Jorge Fernández Vilela, así como al jefe de seguridad, Moisés Mercado, y a la asistenta social Sonia Beltrán, entre otros, quemaron los ambientes de la cocina y la casa de fuerza, así como las oficinas administrativas y las áreas de psicología, asesoría legal y asistencia social.

Aunque se supo que la protesta fue liderada por Jacinto Aucayauri Bellido, más conocido como 'Cholo Jacinto', sentenciado a 27 años de cárcel por secuestro y homicidio, este se entregó luego a la Policía.

Otro de los reos que apoyaron la protesta fue el avezado delincuente chiclayano José Luis Torres Saavedra, alias 'El Burro', quien ya había logrado fugar del mismo penal en febrero pasado, pero fue recapturado, y ahora exige su traslado a otro penal.

Entre los amotinados estaban, asimismo, los 45 presos que fueron trasladados recientemente del penal de Socabaya (Arequipa) por protagonizar una reyerta, la cual terminó con dos reos muertos.

FALSA ALARMAAunque en la tarde el fiscal de la Nación, José Antonio Peláez, informó que la reyerta fue controlada, la información fue desmentida por la subsecretaria del Sindicato de Trabajadores del INPE, Violeta Olórtegui, quien señaló que sus colegas seguían retenidos y hasta había un herido. Ante ello, la Fiscalía envió horas después un comunicado en el que reconocía que la protesta no había terminado.

Al cierre de esta edición, los presos mantenían el control del penal de Challapalca. Tras las primeras negociaciones, los reos liberaron a ocho trabajadores. Se trata de una mujer y siete varones, entre ellos, el enfermero Rodolfo Retamozo Ari. No obstante, aún siguen retenidos siete servidores.

MALAS CONDICIONESPero esta no es la primera vez que ocurre una situación similar en Challapalca y bajo la gestión de Luis Pérez Guadalupe, jefe del INPE. El año pasado tres presos fugaron de esa cárcel tras burlar la seguridad, y en febrero de este año, otros 19 reos escaparon luego de secuestrar a los agentes penitenciarios. Pese a que entonces se anunció mejoras en la seguridad, parece que nada ha cambiado.

Ante la mala situación de los penales del país,indignados empleados del INPE en huelga marcharon ayer por las calles de Lima y denunciaron que las cárceles se han convertido en "bombas de tiempo".

DATOS

- La Defensoría del Pueblo ha recomendado desde 1997, y en reiteradas ocasiones, el cierre del penal de Challapalca porque no tiene infraestructura para la readaptación ni la resocialización de los reclusos.

- La prisión cuenta con un solo médico y ningún psiquiatra. Además, se ubica en un área geográfca complicada, tiene servicios deficientes y un débil control administrativo.