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Redacción PERÚ21

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Guido Lombardi,Opina.21glombardi@peru21.com

Las diferencias entre ambos serán resueltas por el tribunal más importante imaginable: la Corte Internacional de Justicia de La Haya, y sus autoridades han expresado reiteradamente su voluntad de acatar el fallo. Esa realidad nos permitirá iniciar una nueva etapa de asociación más que de rivalidad. En ese escenario se ubican los integrantes del proyecto Generación de Diálogo entre Perú y Chile, en el marco de los nuevos desafíos bilaterales que han desarrollado –con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer– la U. de Chile y la Católica de Lima a través de sus respectivos institutos de estudios internacionales. Es sorprendente la amplitud de logros de esa reflexión común. Por ejemplo, el análisis de las experiencias vividas por diferentes Estados que han pasado de una historia de confrontación a una relación de cooperación y beneficio mutuo, o la visión más escéptica (y más concentrada en el litigio de La Haya) del historiador chileno J. Fernandois.

Lógicamente, son también materia del diálogo la relación comercial y las inversiones, la Alianza del Pacífico y la integración energética. Debo, sin embargo, confesar mi entusiasmo por el trabajo sobre el papel que corresponde al intercambio juvenil en el mejoramiento de las relaciones binacionales. Utilizando como ejemplo el caso de la Oficina Germano-Polaca para la Juventud, establecida como parte de los acuerdos de "buena vecindad". Para lograr la reconciliación hay que "superar el pasado" (no olvidarlo) y, en ese proceso, la integración de los jóvenes es crucial porque "la reconciliación entre los pueblos es especialmente exitosa cuando se juntan aquellos que, en realidad, no tienen que reconciliarse". Establezcamos un mecanismo de intercambio estudiantil, ahora.