Foto: Rochi León.
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Redacción PERÚ21

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Julio Pérez,MúsicoAutor: Gonzalo Pajares.gpajares@peru21.com

La Sarita es una banda de rock fusión admirada por muchos y su música mueve masas. En sus conciertos, este grupo ofrece un espectáculo llamativo y poderoso. Identidad es el nombre de su nuevo disco y lo presentan este sábado en el Festival de los Siete Mares (Parque de la Exposición de Lima), donde el grupo liderado por Julio Pérez compartirá escenario, entre otros, con Manu Chao, Totó La Momposina y los estupendos salseros de Sabor y Control. Entradas: Teleticket.

Estudiabas Zootecnia, pero luego fuiste a la música…A los 24 años formé mi primera banda. Se llamaba Los Pérez y, según Pedro Cornejo, el crítico musical, fue la primera banda de grunge peruana. Obviamente, nosotros no lo sabíamos (ríe).

¿El componente dramático de tu presencia en escena es natural, refleja tu personalidad?Es natural, lo uso sin pensar, como una manera de perder el miedo escénico y de asumir un personaje para enfrentar al público. Sin embargo, cuando bajo del escenario soy formal, serio.

Eres impostado, sobreactuado.Encima del escenario tengo otra energía, me transformo, me siento como un pez en el agua. Mick Jagger y Freddie Mercury son mis referentes. Como frontman del grupo, mi rol es fundamental, soy el que da la cara, pero, felizmente, hemos logrado crear una dinámica donde cada uno es dueño de su parcela.

¿No te has sentido un posero?No. He ayudado a definir el rollo de la banda. Ahora tenemos una actitud particular, una posición artística-política-social. Nuestro objetivo es entretener con mensaje y con cultura.

La Sarita es bastante política…Es una banda que piensa, que no encuentra contraposición entre la diversión y el pensamiento crítico.

Tu rollo es de izquierda…Definirse de izquierda o de derecha es cosa del pasado. No soy ni siquiera progresista. Soy una persona que defiende la cultura de la vida y que está en contra de la cultura de la muerte, aquella que difunde una vida de ficción. Soy creyente y seguidor de la cosmovisión andina.

En 2002 tocaste con Manu Chao en Lima. Telefónica auspiciaba el concierto. Saliste al escenario y le agradeciste a Telefónica la oportunidad de tocar con Manu Chao, "un gran artista". ¿Acaso ese saludo no se contradice con tu rollo?No recuerdo esa escena. Hay que tener un punto de equilibrio. Vivimos en un mundo pauteado por las transnacionales y las multinacionales. Yo soy admirador del empresario –yo mismo lo soy, de la música, de la cultura– pues debe tener mucha disciplina para conseguir sus objetivos. Por ello, no hay que ser extremista, pues las empresas pueden hacer negocios y tener coherencia social. Si buscamos un estado ideal, no tendríamos que tocar para ninguna empresa. La Sarita, por ejemplo, no podría tocar para ninguna minera porque sería ir contra nuestros principios.

¿Todas las empresas mineras son malas solo por el hecho de ser mineras?No soy un experto en el tema, pero no todas lo son. Lo que está mal son las leyes que las controlan. No hay que echarles la culpa solo a las empresas: el Estado debe poner las cosas en su lugar.

Entones, sí tocarían para una minera responsable…No, porque en un contexto donde el problema minero no es solo de las mineras, uno debe tomar posición, pues no tocar para una significa decirle al Gobierno "haz las cosas como se debe y no perjudiques a las comunidades que no quieren minería en su territorio".

El nuevo disco de La Sarita se llama Identidad. ¿Por qué buscar una si las tenemos todas?Nuestra idea de identidad está asociada con la diversidad cultural peruana y con la interculturalidad. Creemos que uno de los grandes problemas del país es la injusticia, el prejuicio y la marginación cultural. La diversidad cultural, en lugar de ser vista como un potencial, ha sido vista como un problema. El Perú se puede disfrutar si generamos vínculos de cariño entre la gente. Para nosotros, el arte es una herramienta para que el artista encuentre explicaciones y ordene su mundo. A través de la música, queremos entender lo que es el Perú, cuáles son sus problemas, qué significa ser limeño en una ciudad de migrantes. Hoy sabemos por qué hacemos esto. La patria no se hace con campañas de márketing.

¿Cuál es tu visión del país?Pesimista, lo que no significa que sea negativa. Soy un pesimista positivo, porque es muy fácil ser optimista. Hoy se habla de las bondades del Perú, pero para construir un país no solo hay que hablar de lo bueno; también hay que hablar de lo malo. Parece que de un día para otro nos hubiésemos olvidado de nuestras taras mentales. Ya hay demasiada gente que habla de lo bonito y bueno que es el Perú. También hay que hablar de las cosas malas. Para curarse, un adicto debe reconocer que tiene cosas malas.

AUTOFICHA

- Nací en 1967. Mi barrio de toda la vida ha sido la Residencial San Felipe, un microcosmos, una ciudad dentro de la ciudad. Me casé hace poco, en abril nace mi hija.

- Es un honor que una persona visionaria como Gastón Acurio haya notado lo que significa la banda: una síntesis del Perú.

- He ayudado a definir el rollo de La Sarita. Tenemos una actitud particular, una posición artística-política-social. Nuestro objetivo es entretener con mensaje y con cultura.