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Redacción PERÚ21

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Guido Lombardi,Opina.21glombardi@peru21.com

La consecuencia más notoria de esa situación es que los paraderos de sky están desiertos. Sin embargo, mal que les pese a algunos militaristas en ambos lados de la frontera, esas temperaturas no se corresponden con el clima actual de las relaciones bilaterales. Al respecto, resulta ilustrativa una mirada a la prensa del fin de semana pasado.

El Mercurio, en un suplemento especial dedicado al tema, se pregunta: "Perú y Chile ¿socios o rivales?". La respuesta –en apretada síntesis– es que nuestras economías son complementarias (sobre todo en energía y agro exportación) y que ambos países ganaríamos mucho con una asociación estratégica que, de alguna manera, ya comenzó a producirse a través de la Alianza del Pacífico.

La Tercera, por su parte, publica un artículo de Héctor Soto en el que se sostiene: "Lo que sí es importante es el compromiso anticipado de los dos gobiernos de acatar el fallo. Si nos atenemos a lo que han dicho las autoridades peruanas y chilenas, ese imperativo de decencia y buena fe ya está asumido por las dos naciones.

Y, siendo así, no es exagerado decir que, con esa sentencia, los chilenos vamos a ganar, incluso en el caso de que no se reconozcan todos los derechos que creemos tener. La sentencia de la corte no es ni puede ser un fin. Más bien, debiera ser un comienzo".

Nuestro embajador en Santiago, Carlos Pareja, ratifica que el día a día de las relaciones bilaterales se encuentra en un momento de cooperación más que de confrontación, tanto en lo que se refiere al intercambio comercial como a las inversiones mutuas y al siempre sensible tema de los migrantes.

Todo esto parece dejar sin base a quienes –con fundamentos algo delirantes– proponen una estrategia que pase por el armamentismo y el enfrentamiento.