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Redacción PERÚ21

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Enrique Castillo,Opina.21ecastillo@peru21.com

Definitivamente esta no ha sido una buena semana para el Gobierno.

Desde hace ocho días no dejan de salir a la luz todos los detalles sobre el irregular traslado de Antauro Humala y las condiciones privilegiadas de las que ahora goza gracias al Ministro de Justicia y al Jefe del INPE, con grandes facilidades de comunicación, amplio y cómodo espacio, constantes visitas de personajes de muy alto nivel y de su entorno íntimo, total libertad y escasa vigilancia.

Dos decretos han sido muy cuestionados y se señala que se trataría de normas que ayudan muy poco a la solución de los problemas que dicen enfrentar, y que más bien apuntan a tratar de distraer la atención de la ciudadanía. Uno es el salvavidas que lanzó el Gobierno a los clubes de fútbol con deudas; y el otro es el que crea el Servicio Voluntario de Apoyo a la Policía Nacional.

Un incendio de enormes proporciones redujo a cenizas 280 millones de soles en libros, cuadernos de trabajo, computadoras y laptops, en un almacén del Ministerio de Educación, desnudando no solo la vulnerabilidad de los locales públicos, sino también la incapacidad y demora de los organismos competentes para distribuir este material a más de medio millón de niños y a miles de maestros.

Lamentablemente, en el caso de los libros y las computadoras no se puede hacer otra cosa que volver a gastar, y tratar de recuperar el tiempo que se va a perder en cada aula perjudicada. Pero en el caso del traslado de Antauro Humala y de los decretos en mención, sí existe la posibilidad de la rectificación y de la revisión, respectivamente. No hacerlo demostraría no solo abuso de poder sino también muy poco respeto por la institucionalidad en el país.