La dieta mediterránea está basada en productos derivados del trigo (pastas), vid (vino) y oliva (aceite). También se caracteriza por buscar un ambiente cómodo, lejos de distracciones y preocupaciones, a la hora de comer. Por ello, esta dieta tiene la fama de ser muy saludable. Adriana Carulla, nutricionista de Molitalia, ofrece un par de apuntes sobre la misma. Primero: no hay que tener miedo a los carbohidratos de las pastas, ya que su función principal es aportar energía. La idea es controlar las porciones pues los carbohidratos que se consumen en exceso se transforman en grasa. Segundo apunte: hay que comer con tranquilidad. Un clima distendido le ayudará a obtener mayores beneficios. Y si es en compañía de sus seres queridos, mucho mejor.