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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Fernando Cillóniz,Al.Mercadofcilloniz@peru21.com

Aseguran que los agroexportadores atentan contra la seguridad alimentaria, pero no dicen nada de los caficultores que exportan todo su café. Critican el modelo empresarial de Chavimochic y Olmos, pero no dicen nada del minifundismo paupérrimo de Majes. Dicen no a la sobreexplotación del acuífero de Ica, pero en en lugar de plantear una solución, piden que se vayan las empresas. Proponen límites a la extensión de la propiedad de las tierras, pero no se inmutan ante las tierras abandonadas. Chillan por el derecho al agua, pero no dicen nada respecto del despilfarro de agua en Majes, y peor aún, en las parcelas arroceras del norte. Por cuestiones de salud pública, se oponen a los transgénicos, pero toleran –con su silencio– la inmundicia de La Parada. Así son los agraristas retrógrados. Se oponen con vehemencia a la agricultura empresarial. Se parecen mucho a las plagas en el campo.