Un sueño respetando las siete horas es vital para el descanso humano. Nos ayuda a consolidar la memoria, regenerar tejidos y limpieza cerebral. Dormir nos permite estar frescos y preparados para el siguiente. Pero muchos no saben los elementos que constituyen un buen sueño. Es necesario saber si las horas que dormimos son de la calidad esperada.
La doctora Jana Fernández explica para la revista ABC que es algo tan simple como seguir cuatro propuestas: la duración, la continuidad, la profundidad , la constancia y las sensaciones al despertarse.
Referente a la duración, comenta que aunque los horarios varían para cada persona y cada día, en si un adulto sano sin patologías necesita entre 7 y 9 horas de sueño cada noche.
“Esas personas que dicen que con cuatro o cinco horas tienen suficiente están cometiendo un error. De hecho el porcentaje de población que puede vivir durmiendo tan pocas horas al día sin consecuencias físicas, emocionales o psicológicas es bajísimo”, comenta.
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Referente a la continuidad, aquí se refiere a que no haya interrupciones en la noche, ya que podrían romper los distintos ciclos del sueño. Para el sueño profundo, es necesario no interrumpirlo ya que la fase profunda ayuda lo más a la reparación y descanso del sueño.
Constancia se refiere a mantener la misma rutina y horas de sueño para que el cuerpo se adapte. Por último, sensaciones al despertar también afectan, ya que la energía o somnolencia que sintamos es indicador del sueño que hayamos tenido.
Para lograr estos objetivos para dormir bien, la doctora recomienda ciertos puntos claves:
También se aconseja para el beneficio del sueño evitar la cafeína, caminar bajo el sol a 30 minutos de despertarse, y practicar ejercicio constantemente.