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Patricio Centurión y el milagro de las células madre [Entrevista]

Es el especialista peruano que desarrolla la técnica de células madre para regenerar tejidos. Dice que “la necesidad de trasplantes cada vez va a ser menor”. Perú21 entrevistó al doctor Patricio Centurión.

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Fecha Actualización
¿Cómo unir el arte y la ciencia? Esa pregunta se hizo en algún momento.
Desde los 4 años de edad ya frecuentaba los hospitales. Acompañaba a su padrino para ver a pacientes del nosocomio Dos de Mayo. “Mi ahijado será igual que yo, cirujano”, anunció.
Su madre tocaba el piano y él jugaba dibujando siluetas femeninas. Hasta hoy juega pero con la guitarra y la batería, siempre con el rock and roll clásico.
Entonces, ¿cómo unir el arte y la ciencia? La respuesta la encontró en la cirugía plástica. Embellecer a las personas. Buscar el equilibrio, la armonía del cuerpo. “Lo que hago cuando entro a operar es un arte”, me dice. En el año 88, acabó la universidad en Arequipa y partió a Sao Paulo, Brasil, para formarse como cirujano plástico, pero primero pasó por cirugía general e investigación. La regeneración del hígado fue una de sus primeras investigaciones y publicaciones. “Me dejó el ‘bichito’ en la cabeza de que hay que ver cómo se regeneran los tejidos”, cuenta el doctor Patricio Centurión, que creó la técnica One Step y usa las células madre.
Ingreso a su consultorio y de fondo suenan clásicos del rock en clave de jazz. En las paredes cuelgan cuadros de figuras humanas. Obras creadas por su hijo, artista y catedrático. Y también tiene una hija que es psicóloga. Al final, ellos son como los dos hemisferios de las pasiones del doctor Centurión: la ciencia y el arte.
¿Cuál es el potencial de las células madre?
Pueden convertirse en diversos tejidos: hueso, nervios, cartílago, ligamentos, músculo, grasa.
¿Todos las tenemos en igual proporción y calidad?
De acuerdo con la edad, sí. Tengo el ejemplo de una paciente de 72 años, que tiene la cantidad y calidad suficientes para regenerar sus tejidos... Estamos invitando a hacer una mirada hacia nuestro interior, porque dentro de nosotros está la solución a los problemas. La medicina regenerativa es un concepto innovador y la técnica que hemos creado ha obviado la necesidad de hacer, por ejemplo, un procesamiento en un laboratorio muy sofisticado. Todo se realiza bajo la piel; con el equipo y la tecnología que hemos creado lo que hacemos es que esta luz ilumina las células madre que están debajo de la piel…
¿Dónde tenemos más células madre?
Están, sobre todo, en el abdomen, la parte interna de los muslos y las caderas… Entonces, iluminamos con esta luz, con un tubito debajo de la piel, y al hacerlo las estamos activando; igual que la clorofila, que recibe la luz, se activa y crea vida en las plantas. Cuando las células madre se activan, las cosechamos sin maltratarlas.
¿Qué es cosechar?
Es aspirarlas, retirarlas, las preparamos para trasplantarlas. Normalmente, la regeneración comienza a partir del sexto mes. Pero las células madre es igual que una orquesta sinfónica. Ellas son las directoras de la orquesta, pero tienen 50 músicos que son necesarios; alrededor de las células madre hay otros elementos que son regenerativos, que cada uno cumple una función, como disminuir la inflamación; otras células cambian el microambiente, es decir comienzan a preparar el terreno para tener una buena cosecha del tejido que queremos regenerar. Entonces, el secreto de la técnica es fotoestimularlas y llevar a todos los músicos con el director de orquesta.
¿Y en qué momento las colocan en el cuerpo?
Inmediatamente. Lo que demora es que van limpiando y generando nuevos vasos. Cuando las células madre ven el terreno listo, comienzan a mandar mensajes: quiero un pedazo de hueso, un pedazo de ligamento, necesito un nervio. Al sexto mes ya están regenerados los tejidos.
Parece un acto de magia.
El creador de nuestro cuerpo ha dejado la ingeniería perfecta debajo de nuestra piel para regenerar los tejidos. Solo que ha estado dormida porque hay mucho estrés en la evolución del ser humano, tanto el estrés de emociones como el estrés de la nutrición. Ese brazo que regeneraba se quedó dormido. Lo que estamos haciendo es activarlo a través de la luz.
¿El cuerpo tiene lo necesario para varias intervenciones?
Sí. La gran ventaja de la técnica es que necesitamos 40 gramos de grasa, poquísimo; y ahí tenemos 100 a 200 millones de células regenerativas, que es una cantidad altísima.
Vi que también se puede usar en úlceras.
Sí. Y para fístulas anales y atrofia vaginal. Y tenemos un proyecto: regenerar el tubo digestivo, se dice que es el segundo cerebro. El intestino es la barrera que nos pone en contacto con el mundo exterior a través de los alimentos. Pero los azúcares superrefinados que estamos comiendo han atrofiado el intestino; y lo que era una barrera intestinal, es una puerta abierta. La idea es regenerar para que nuevamente esa puerta funcione como un filtro… El gran problema es que llamas al cirujano para que coseche esa grasa y utiliza la técnica antigua de romper con la cánula, que destruye muchas células. La técnica que hemos creado te preserva los elementos regenerativos y los estimula.
¿Hay alguna forma para lograr tener buenas células madre?
Sí. Hay que comer sano; tomar bastante agua; sacarse todos los azúcares, que es el enemigo del siglo XXI, y hacer ejercicio.
¿Y cuál es el futuro?
Involucrar a más especialidades, como la oftalmología, que tendrá una herramienta para poder pensar en regenerar la retina y, de alguna manera, tratar a los ciegos para que puedan volver a ver. También en el tratamiento de la diabetes, regenerando el páncreas, y otro paso es el tratamiento de la insuficiencia renal. La necesidad de trasplantes cada vez va a ser menor.
AUTOFICHA:
-“Soy Hugo Patricio Centurión Rivas. Tengo 64 años. Estudié Medicina en la Universidad San Agustín de Arequipa. Nací en Lima, pero me fui a vivir a Arequipa porque mi familia materna es de allá. Terminé y me fui a Brasil; estuve seis años haciendo cirugía general y plástica”.
-“Mi sueño siempre fue volver al Perú, sabía que podía crear cosas acá, porque no hay mucha tradición de investigadores médicos en el Perú. Ahora estamos innovando con otras técnicas, cada vez menos invasivas. Tengo publicaciones en revistas internacionales sobre cirugías”.
-“Tengo células madre en la columna, donde tenía dos hernias. Lo hice con mi técnica. El neurocirujano me dijo que me iba a operar, pero le dije que me inyectaría mis células madre. Tenía crisis de dolor en la espalda, unas dos veces al año. Ya no las tengo, y ahora hago hasta box como entrenamiento”.
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