Carmen Burbano de Lara. (Mario Zapata/Perú21)
Carmen Burbano de Lara. (Mario Zapata/Perú21)

Carmen Burbano de Lara es representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas en el Perú y lidera el Programa Hambre Cero, impulsado por la ONU. La especialista ecuatoriana lleva 10 meses en nuestro país y, de alguna forma, está en sus manos visibilizar la problemática de la desnutrición y conducir las acciones que atiendan, por ejemplo, los altos niveles de anemia.

Está en boca de todos lo generosa que es nuestra gastronomía, pero poco se habla de la desnutrición o la anemia. Vivimos una paradoja.
La fuerza que tiene el Perú en lo gastronómico y la identidad que encuentran en su culinaria son positivas y pueden sumar en el esfuerzo de que el Perú sea uno de los primeros países en erradicar el hambre a nivel mundial y regional. Pero estoy de acuerdo: hay una contradicción. El Perú tiene niveles de anemia del 43%.

Profundicemos en la problemática de la desnutrición y la anemia.
En la desnutrición hablamos de altos niveles de anemia. Es el primer problema que tiene el país en salud pública. A nivel nacional, en menores de 3 años, está al 43%, y presente en todas las clases sociales. Es básicamente la falta de hierro en la sangre. Una anemia a temprana edad tiene un efecto negativo a lo largo de la vida, porque afecta mucho el crecimiento del cerebro, de las capacidades cognitivas, el aprendizaje, etc. El otro problema es la desnutrición crónica, que está marcado por la falta consistente de nutrientes; es decir, no solo de hierro sino también de proteínas, minerales y otras vitaminas, que sufren los niños desde el momento que nacen hasta los 5 años de edad. Eso ocasiona, entre otros factores, que los niños físicamente sean más pequeños. Todo eso nos preocupa mucho porque determina un poco el potencial de desarrollo del país. No obstante, el Perú ha logrado reducir los niveles de desnutrición crónica a la mitad en los últimos 10 años. El otro problema es la obesidad y el sobrepeso. Están subiendo los indicadores, sobre todo en escolares. Tres de cada diez niños en edad escolar, en el Perú, o tiene sobrepeso u obesidad. Y en Lima, es la mitad de los niños. En los últimos años, la obesidad y el sobrepeso han crecido en un 60%. En niños de 5 a 9 años se incrementó en 66%; y en adolescentes, en 46%.

¿Cuál es el costo que genera esta problemática?
Anemia, desnutrición crónica y obesidad y sobrepeso, según estudios a nivel regional del PMA, le están costando a Latinoamérica, más o menos, el 3% del Producto Bruto Interno (PBI) anual.

¿Hambre Cero cómo va enfrentar esa problemática?
Tenemos cuatro estrategias: atender de manera urgente la mal nutrición; educar a las personas a comer mejor, cambio sustancial de hábitos; fomentar desde el Estado políticas públicas intersectoriales: salud, educación agricultura, protección social, etc.; y, finalmente, abrir diálogos y sinergias con otros sectores, como el privado, la academia y la sociedad civil.

En ese sentido, ¿han contemplado alguna acción en relación con el correcto etiquetado de los productos que se consumen?
Se debe brindar información clara y transparente de lo que contienen los productos. Saludamos el nuevo reglamento de la Ley de Alimentación Saludable y la nueva norma que está en consulta sobre el etiquetado de los alimentos. Es importante tener un consumidor mejor informado, exigente sobre lo que come. Se están dando los pasos indicados, es un proceso por el que han pasado varios países.

Por un lado están las alertas sobre lo que contienen los productos. Pero, por otro, está alentar el consumo de los productos adecuados.
Es cierto, hay dos estrategias y sobre lo segundo es generar campañas de educación sobre cómo comer mejor, qué elementos conforman una dieta saludable y en qué cantidades. Y, sobre todo, qué es aconsejable para cada etapa de la vida. En ese tema estamos apoyando al Gobierno en una campaña grande sobre cómo ayudamos a los peruanos a comer mejor.

Se refiere a Cocina con Causa.
Así es. Es un programa de televisión coproducido por TV Perú y el PMA. Es un ejemplo de trabajo articulado e intersectorial. Es un programa que no hubiera sido posible sin el especial apoyo del Ministerio de Salud y el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. La idea del programa es un primer elemento de toda esta campaña Hambre Cero, donde tratamos de entrar a los hogares para empezar una conversación sobre cómo comemos y cómo podemos comer mejor. Y estamos contando con los mejores aliados: los cocineros jóvenes.

¿Qué otras acciones serán parte de la campaña?
Trabajaremos con comedores populares y tendremos presencia en las regiones afectadas.

¿En qué tiempo estimado se podrían dar resultados?
Nuestro norte es 2021: reducir la anemia al 19% y la desnutrición crónica al 6.4%.

¿Qué asegura que los objetivos se cumplan?
La clave es la voluntad política, que es fuerte en este gobierno. Otro factor importante es la inversión en programas que lleguen a las poblaciones más vulnerables. Las políticas públicas intersectoriales que se adecúen a sus realidades pueden asegurar que estas poblaciones no se queden atrás. Y la sociedad civil se debe tomar este reto en serio.

Autoficha:

* “Soy ecuatoriana, nacida en Quito. Pero desde hace muchos años, como parte de mi carrera en la ONU, he vivido en nueve países. Desde octubre último me encuentro en el Perú. Soy graduada de la Universidad de Harvard, donde estudié Administración Pública”.

* “Me he especializado en programas sociales, protección social, alimentación y, sobre todo, en alimentación de los escolares. He trabajado en países como Colombia, Haití, Tanzania, Malawi, Kenia, Etiopía, Italia y en los Estados Unidos”.

* “En Haití estuve en un momento muy complicado, dos meses después del terremoto. Me llamaron para apoyar al gobierno con sus programas sociales en las poblaciones que se habían quedado sin nada. Estuve casi un año y medio. Fue una experiencia muy importante”.

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