La pandemia del nuevo coronavirus ha dejado estragos psicológicos en la población mundial debido a las rígidas medidas para evitar el contagio como el confinamiento obligatorio o los toques de queda. Además, de la crisis económica debido a los despidos masivos y las pérdidas de miles de vidas.
Todo lo antes mencionado ha hecho que muchas personas no vean el futuro con optimismo y se centran más en los momentos difíciles. Sin embargo, no se preocupe porque el optimismo puede aprenderse, así lo explicó Maria Elena Escuza, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Norbert Wiener.
“El optimismo es una forma mental de ver las cosas de manera positiva. Cada persona suele actuar con niveles de optimismo que han sido dados desde sus primeros años de vida, por su genética, el medio donde se ha desarrollado o su familia. Las personas optimistas, frente a los problemas suelen ser serenas, no ven las cosas como fatalidades sino como oportunidades para mejorar”, precisó la especialista.
La especialista comenta también que hay personas que por su historia de vida se han hecho pesimistas y suelen ver las cosas siempre desde el lado negativo. No obstante, ser optimista es una decisión, porque uno puede querer ser optimista y aprender a serlo. Por ello, Escuza comparte siete formas de fortalecer nuestro optimismo y sentirnos bien incluso en los momentos más difíciles:
“Ser optimista siempre es muy bueno, pero el hecho de ser optimista no nos debe quitar la perspectiva de la realidad. No podemos dejar de reconocer la realidad a la que nos enfrentamos para, desde allí, modificar lo que consideremos conveniente. Ser optimista no significa pues ver todo en positivo y que no existan aspectos negativos. La idea es ver las cosas en su justa dimensión”, puntualizó la especialista.